New York, New York… Un nuevo soltero de oro, llamado Tiger Woods, al que se le han caído uno o dos dientes de su dorada dentadura -¡es un decir!- ha decidido iniciar una nueva vida tras su divorcio de Elin Nordegren, la sueca ex nany y ex modelo que le ha dado dos hijos, una niña de tres años y medio, y un niño, de 18 meses, después de seis años de matrimonio y no solo se ha quedado con ellos, sino con 76 millones de dólares, por lo menos, con los que, según ella, “va a reconstruir su vida”.
Woods ha estrenado piso en la lujosa zona sur de Manhattan el último fin de semana de agosto de 2010 y se presentó a sus vecinos, como suele ser costumbre entre norteamericanos bien educados.
A sus 34 años, Tiger Woods, que a pesar de su mal estado de forma, debido sin duda a todos los problemas que le ha ocasionado el divorcio, producto de sus muchas infidelidades, ha decidido emprender un camino de corazón solitario y se ha ido a vivir a la Meca del mundo occidental, New York, New York… Nueva York para el común de los mortales. Tiger mantiene su posición privilegiada de número 1 del mundo del golf e, incluso ha aumentado su ventaja sobre su inmediato seguidor, Phil Mickelson, que no pudo pasar el corte en The Barclays, el último torneo jugado por ambos, primero de los play off de la FedExCup, en el que Tiger quedó duodécimo y Mickelson no pasó el corte. Mientras el golfista ha elegido Nueva York para olvidar el pasado reciente, su ex esposa dividirá su tiempo entre Orlando (Florida), donde hasta ahora vivía con Woods y sus hijos, y Suecia, donde el año pasado adquirió por tres millones de dólares una finca cercana a la costa escandinava.
No parece que el "tú en Florida y Suecia, y yo en Nueva York" vaya a dar muchas posibilidades a Tiger de ver a sus hijos. Claro que contra las distancias están los aviones. Y más si son privados, pero el hecho de alejarse tanto uno de otro tiene como consecuencia inmediata, la imposibilidad de que Tiger pueda ver a sus hijos con mucha frecuencia. ¡Qué se le va a hacer! Las cosas son como son y no como quisiera uno que fueran!
La misma semana en la que Woods anunció su separación de Nordegren, firmó su mejor tarjeta de la temporada en la primera jornada de The Barclays, en New Jersey, una vez firmado el divorcio y después de haberse quitado de encima el peso de la negociación y concluir su relación sentimental, que le ha salido, a pesar de no estar todo incluido, en un pico de 76 millones de dólares.