Sergio García se despidió en Wentworth del DP World Tour, «a la francesa»
Aprovechando su mala tarjeta (76) de la primera jornada y de la suspensión, el viernes 9, del BMW PGA Championship, tras la muerte de la Reina Isabel II, Sergio García (en la foto), se despidió de Wentworth «a la francesa».

Es casi, la historia de una ruptura anunciada. Y digo «casi» porque tras unas declaraciones de Sergio García en las que aseguraba que «en el DP World Tour no le querían y por eso lo dejaba», se retractó y no solo quiso volver, sino que se comprometió a jugar un mínimo de torneos y regresó, precisamente en Wentworth, el campo cercano a Londres que es el santo y seña de la PGA europea, donde se disputa uno de los torneos más importantes de lo que era el Circuito Europeo.
Pero, siempre hay un pero, las cosas no han ido bien para el castellonense en el BMW PGA Championship, al que acudía, junto a otros diecisiete jugadores que participan en el LIV Tour, gracias a que en el DP World Tour «todavía» no se han puesto tan cerriles como en el PGA Tour y han permitido a los «disidentes» del circuito americano, jugar en Wentworth. Y el tiro salió por la culata. Sergio firmó 76 golpes en la primera jornada del jueves (+4) y el viernes el torneo se suspendió por la muerte de la Reina Isabel. Sergio, ni corto, ni perezoso, se marchó el mismo viernes a los Estados Unidos, sin decir adiós, «a la francesa» como se suele llamar a estas decisiones de largarse sin motivo aparente.
Es verdad que hubo otros cuatro retirados, entre ellos el inglés Justin Rose, pero, según parece -ya que todo en el mundo del golf suele ser opaco, excepto los resultados, que no hay quien los disimule-, ellos sí dieron alguna explicación a su marcha del torneo.
El caso es que Sergio tomó las de Villadiego, en este caso en su avión particular con destino a los Estados Unidos, donde reside, y el sábado 11 se le vio en Texas, concretamente en Austin, acompañado de su mujer, asistiendo a un partido de fútbol americano universitario entre Texas y Alabama en el que, por cierto, los texanos perdieron 20 -19. En el estadio se encontró con Scottie Scheffler, el número 1 del mundo, que también acudió con su mujer.
Puede que solo sean especulaciones periodísticas pero, después de esta «espantada» parece que las relaciones entre el DP World Tour y Sergio García están a punto de romperse definitivamente. Está claro que Sergio no está para jugar la Ryder Cup, al menos en el momento actual y, como esa motivación podría ser la única que le sirviera al español para continuar en el circuito antes europeo, el castellonense ha decidido romper por lo sano y a otra cosa, mariposa.
En el DP World Tour sentaron muy mal las primeras declaraciones de Sergio, respecto a su deseos de abandonar el circuito. Con su decisión de decir digo, donde dijo Diego, parece que todo volvía a la normalidad, pero la frase en la que el de Borriol aseguraba que el DP World Tour se iba a convertir en el quinto circuito mundial, no se ha olvidado y, ahora supondrá una razón más para lo que se intuye una ruptura total.
Sergio tiene ya la vida profesional hecha y no se le ve, al menos desde mi punto de vista, jugando el PGA Champions Tour cuando cumpla los 50 años -ahora tiene 42-; lleva muchos años como profesional, ha ganado el Grande que se le atragantaba y, cada vez, parece tener menos deseos de competir. Ahora tiene firmado un contrato para diseñar un campo de golf en Mayakoba y eso, los negocios alrededor del golf, puede que sean su futuro en este perimundo golfístico.