No se si se lo merece, aunque según los últimos datos aportados por los medios de comunicación de los Estados Unidos, incluido el prestigioso The Times, parece que la vida de Tiger Woods ha sido más agitada de lo que parecía, pero a Tiger Woods los Reyes Magos, le han traído una montaña de carbón. A pesar de que Melchor, Gaspar y Baltasar no suelen ir por los Estados Unidos -y menos ahora, con lo difícil que se están poniendo los controles de los aeropuertos, donde los scanners te dejan en pelotas en cuanto te descuidas-, esta vez han hecho una excepción y han viajado con carbón para el número 1, por chico malo; y con billetes de cien dólares, hasta un total de 300 millones, que en euros son “solo” 210 millones, para Elin, todavía su mujer, por chica lista.
Pero el dinero, en esta historia, no es lo peor, con ser muchos los perjuicios que la conducta, al parecer, licenciosa de Tiger, está causando a miles de personas; lo verdaderamente malo para el mejor golfista del mundo, es que ha tenido que pasar las fiestas Navideñas sin ver a sus hijos -que han estado en Francia con su madre y unos amigos- y en paradero desconocido y aislado de todas sus antiguas amistades, aunque posiblemente con alguna de las más recientes como consuelo.
LOS SENTIMIENTOS NO IMPORTAN
Dejando a un lado los sentimientos, que en esta ocasión y a pesar de lo duro que pueda resultar, no parecen ser los más importantes, lo que muchos compatriotas no van a perdonar a Tiger son las pérdidas millonarias que les ha supuesto a los accionistas de las empresas que patrocinaban a Tiger, su mala cabeza.
Del fenómeno Tiger se ha pasado al esperpento y prácticamente el total de las empresas que le patrocinaban han dejado de hacerlo. Las primeras en hacerlo fueron Gillete, que se cansó de afeitar al tigre, Gatorade, que dejó de poner en el mercado un bebida con su nombre y Accenture. La última en mandar a Tiger a freir monas ha sido AT&T, que ha decidido suspender el contrato de patrocinio que había firmado con el número 1. AT&T y Accenture son patrocinadores de importantes torneos del Circuito Americano, en fechas tan próximas como mediados de febrero y comienzos de marzo. En caso de que Tiger decidiera volver a competir y no tomarse un año sabático como se ha insinuado ya en algún medio, ¿tendría Tiger el valor de jugar en los torneos patrocinados por las empresas que le han expulsado de su ámbito profesional?
Nike, sin embargo, sigue al lado de Tiger, por ahora, a pesar de que es una de las empresas, junto a Gillette y AT&T, que perdieron 12.000 millones de dólares durante los 13 días laborables que sucedieron al inicio del escándalo a finales de noviembre, tras el extraño accidente de coche de Woods frente a su residencia en Florida, según un estudio de la Universidad de California-Davis. Víctor Stango, autor del estudio que se ha publicado en la web de la citada Universidad, añade que las pérdidas de Accenture -que fue de las primeras en abandonar el barco- no registraron un impacto medible, pero que la compañía de videojuegos Electronic Arts -otra de las que apoyaban a Tiger- la empresa de bebidas energéticas Gatorade y la deportiva Nike experimentaron una caída media de 4,3 por ciento en su valor en bolsa, unos 6.000 millones de dólares.
PODEROSO CABALLERO
No hace mucho titulaba yo una de las crónicas de un torneo en el que participaba Tiger, concretamente un bolo que hizo en Melbourne, el pasado mes de noviembre de 2009, al que acudió con su fijo habitual de tres millones de dólares, “Poderoso caballero Tiger”. Naturalmente, el dinero seguirá afluyendo a sus arcas, pero a partir de ahora tendrá que ganarse de nuevo la confianza de las empresas que apuesten por él.
Todo se olvida en este mundo y las cuestiones de faldas suelen tener más comprensión, sobre todo por parte de los hombres, que son los que dominan el mundo empresarial y el del golf, pero el resurgir de Tiger -que Colin Montgomerie ve muy difícil- dependerá solo de sus resultados deportivos.
Ya puede separarse, refugiarse en una de sus muchas amantes, como parece que ha hecho durante estas fiestas, cualquier cosa se le perdonará si en el próximo torneo que juegue lo gana. Y obtendrá, no solo perdón, sino indulgencias plenarias, si gana el primer Grande que juegue tras su reaparición.
Ya se habla de que hasta 2011 Tiger va a permanecer retirado. Podría ser, pero el deporte en general, y el golf, en particular, no pueden permitirse el lujo de tener, por mucho tiempo, a un tigre acorralado y dentro de una jaula, aunque sea de oro.
EL DOCTOR TIGER Y MR WOODS
Los medios de comunicación norteamericanos han ido ofreciendo las noticias de las andanzas de Tiger Woods en píldoras. Poco a poco, como para que el ídolo no se derrumbara de golpe. Incluso las han ido intercalando con las noticias de los galardones que se le han ido concediendo: “Mejor golfista de 2009”, “Atleta de la Década” y con las opiniones de muchos de sus compañeros en apoyo de su labor como profesional. Sin embargo, hasta el prestigioso “The Times”, el diario inglés que está lejos de poder ser tachado de sensacionalista, publicó hace poco más detalles escabrosos de las juergas de Tiger: “En los casinos y clubs de Las Vegas -aseguraba The Times- el golfista disfrutaba de una doble vida, como si del doctor Jeckyll y Mr Hyde se tratara. Tiger jugaba muy fuerte, bebía alcohol y fumaba puros acompañado de Michael Jordan y Charles Barckley: “Su mesa siempre tenía que estar llena de chicas", según confirmaba un testigo de los excesos del jugador.
Según las fuentes a las que aludía el Times, Tiger era un habitual de tres clubes famosos por su exclusividad y por la discreción que garantizaba a sus clientes. También asegura que está dispuesto a someterse a una terapia para tratar su adicción al sexo.
Jamie Jungers, una de las 11 mujeres que, supuestamente, habría mantenido relaciones sexuales con el golfista californiano, ha desvelado que en el MGM Grand Casino le impusieron un límite en la apuesta de 1 millón de dólares (700.000 euros) y en cada mano del blackjack era capaz de apostar hasta 17.450 euros.
REGALO DE REYES PARA ELIN: 300 MILLONES DE DÓLARES
Mientras Tiger permanece desaparecido, alejado de su mujer y de sus hijos por obligación, y de sus más allegados porque así lo ha querido, las informaciones aseguran que se consuela con una de sus amigas de los últimos tiempos, según los medios norteamericanos, Rachel Unitel, una de las primeras conquistas del tigre, relaciones públicas en Nueva York, que al principio negó toda relación con el golfista y que, según otras fuentes, fue la que llamó a la mujer de Tiger para darle la “feliz noticia” de su transformación, de primera dama del golf a superwoman engañada. Los Reyes Magos, le han traído carbón y tiempo para pensar en dejar el golf hasta 2011, cuando haya pasado la “tormenta perfecta”. A su mujer, sin embargo, parece que le han concedido su petición de divorcio y de 300 millones de euros para hacer más llevadera la pena del amor perdido. Por si los Reyes Magos no tuvieran suficiente fuerza en una zona, la de los Estados Unidos, donde Santa Claus es más poderoso, Elin Nordegren, ha contratado a Sorrell Trope, un abogado de 82 años y de honorarios mltimillonarios, que ha representado con eficacia a Nicole Kidman y Britney Spears, entre otras separadas.
La ex nani de Jasper Parnevick y ex modelo sueca Elin Nordegren, quiere 300 millones de dólares (210 millones de euros) que es en lo que se estima la mitad de la fortuna personal de Tiger Woods. Además, de no dejar ver a sus hijos durante estas fiestas navideñas y haberle obligado a él y a su madre, a mandarles los regalos por correo, una fuente cercana a la mujer del golfista ha explicado al New York Post que “Tiger no es una buena influencia para sus hijos, no sólo por las infidelidades, sino también por su adicción al sexo y a los calmantes. Tiger tenía que mejorar y no ha hecho nada para lograrlo; ni ha ingresado en una clínica de desintoxicación ni ha dejado de tomar sus pastillas. Está actuando como un niño grande”.
….Y SEGUIRÁ SIENDO EL NÚMERO 1
De todos modos, Tiger seguirá siendo el número 1 del mundo, tanto si está un año sin competir, como si vuelve en marzo para preparar el Masters de Augusta. En los 9 meses -junio 2008 a febrero 2009- que estuvo sin competir, por la operación de su rodilla derecha, nadie pudo desbancarle del primer puesto mundial y su ventaja es tan importante que ni Mickelson, número 2, ni Steve Stricker, tercero, son una amenaza inmediata para el número uno, que lleva 237 semanas consecutivas liderando la clasificación y que cuenta con el récord de 579 semanas como primero en toda su carrera. Por eso es tan necesario para el deporte del golf que Tiger vuelva cuanto antes y lo haga como si nada hubiera pasado.
¡¡¡Quizás sea mucho pedir, ahora que están tan lejos los Reyes de 2011!!!