(Polo rojo y pantalón y cinturón negros, como viste Tiger en las cuartas jornadas de los torneos. No es habitual en Jon Rahm, que prefiere el pantalón azul marino, pero en esta ocasión, el cambio -que se aprecia en la foto- le sirvió para arrasar en el Torneo de Campeones de Hawai).
Durante mucho tiempo se hablará de la fabulosa remontada de Jon Rahm (ver más información y el romance de Basilio Rogado, en esta misma página) en el Sentry Tournament of Champions, el torneo que inauguraba el año en el PGA Tour, nada menos que con 39 campeones -y finalistas del Tour Championship-. El español remontó siete golpes al líder de las tres primeras rondas, Collin Morikawa, e igualó la gesta de Gary Player, en 1978, que también neutralizó siete golpes de ventaja para imponerse en este mismo torneo.
«A pesar de que estábamos muy lejos -explicó Jon, que siempre habla en plural, implicando a su caddie en el juego, en la sala de prensa al final del torneo-, me quise poner el polo rojo de los domingos. No quería usar el pantalón marino todos los días, así que opté por el negro. No tenía muchas esperanzas, porque necesitaba un pequeño milagro».
Y el milagro se produjo: vestido con el polo rojo y el pantalón negro, que son la seña de identidad de Tiger Woods para sus últimas rondas, Jon logró lo que nadie esperaba y mucho menos Morikawa, que todavía sueña con lo sucedido y no sabe el por qué de su bajón. El de Barrika firmó 27 golpes bajo el par 3 del Plantation Course at Kapalua, con cuatro tarjetas de 64, 71, 67 y 63, mientras el norteamericano, que acabó segundo, hizo 25 golpes (64, 66, 65 y 72). Hasta la última vuelta, Morikawa no había firmado ni un solo bogey y era el máximo favorito, pero en los últimos nueve hoyos, donde se ganan o pierden los partidos, hizo tres bogeys seguidos (14, 15 y 16) y firmó su sentencia de muerte deportiva, lo que aún sigue sin explicarse.
EL CHICO DEL CINTURÓN NEGRO
Jon Rahm pasó mucho calor durante el torneo y, al cuarto día se puso el polo de color rojo y como no quería llevar el pantalón marino todos los días, optó por el negro y el cinturón del mismo color -solo había llevado dos, uno negro y otro azul marino-. Es la misma ropa que lleva Tiger en todas las jornadas finales, y aunque habitualmente no quiere llevar los mismos colores del atuendo de Woods, en esta ocasión lo hizo… Y funcionó.
Eso, a pesar de que empezó con un bogey en el hoyo, mientras Morikawa hacía un birdie, lo que complicaba aún más las cosas: «Después de empezar con un bogey, ni se me pasaba por la cabeza la victoria; pero quería estar lo más cerca posible de 30 bajo par y ver qué ocurría. Fui metiendo birdies y cuando estaba en la salida del hoyo 17 vi que iba igualado a Morikawa y que necesitaba birdies, pero caminando ese hoyo, de repente vi que éramos líderes por uno y entonces le dije a mi caddie: ahora ya no hay que ser agresivos aquí innecesariamente. Los dioses del golf estuvieron de mi lado esta vez».
EL NÚMERO 1 DEL MUNDO
Esta de Rahm es su tercera victoria en los últimos cinco torneos, aunque ello no repercuta en el ránking mundial donde sigue quinto a pocos puntos de Patrick Cantlay. Rahm volvió a criticar un sistema de puntuación del ranking mundial, con el que ya ha declarado su desacuerdo: «Si no hubiesen cambiado el sistema de un ránking que da muchos más puntos al PGA Tour que al DP World Tour, ahora estaría muy cerca del número 1, porque siento que, desde agosto he sido el mejor jugador del mundo. A principios de 2022 claramente Scottie Scheffler era ese jugador, luego lo fue Rory McIlroy, pero en este momento, siento que soy yo”.
Rahm, que acudió a Hawai junto a su familia, el 27 de diciembre, para no solo aclimatarse al cambio horario, también para disfrutar de su mujer Kelley y de sus hijos, Kepa y Eneko, no jugará el Sony Open, que se disputa también en Hawai (12-15 enero) y prepara el que puede ser su gran año.