Tiger (Robin) cedió ante Little John McDowell y no pudo vencer en los bosques de Sherwood, en California
Graeme McDowell fue Little John y Tiger no pudo ganar su primer trofeo del año, el Chevron World Challenge, en los bosques de Sherwood, en California. Woods se quedó en el play off, sin torneo y sin número 1 porque Westwood sí hizo sus deberes.

Tiger Woods (Robin) volvió a fallar y cuando todos creíamos que había vuelto el mejor Tiger, el californiano sucumbió en los bosques de Sherwood ante un norirlandés que lleva seis semanas seguidas compitiendo y que le derrotó en el primer hoyo, el 18, del play off, en el Sherwood Country Club, en Thousand Oaks, precisamente en el Chevron World Challenge, el torneo que juegan 18 jugadores, de los mejores del mundo, y que patrocina la Fundación benéfica del jugador.
A falta de la jornada dominical, Tiger Woods (-17), con tres tarjetas de 65, 66 y 68 golpes, se perfilaba como ganador del torneo, con cuatro golpes de ventaja sobre Graeme McDowell, lo que hubiera supuesto para el ex número 1, su primera victoria después del turbulento año que ha protagonizado tras el “accidente” de automóvil del pasado 27 de noviembre, frente a su casa de Florida, que finalizó con su posterior divorcio.
Pero en la última jornada, Tiger (73) volvió a ser el que no era y no pudo derribar a Little John, en su lucha por cruzar sobre el tronco que hacía de puente en el camino de Robin Hood hacia su guarida. Little John, por supuesto, no es otro que McDowell, que no solo aguantó la embestida de Tiger durante las tres primeras jornadas, sino que con una envidiable regularidad (66,69, 68 y 69) para un acumulado de -16, supo remontar los cuatro golpes de diferencia y, con un manejo extraordinario del putt en los últimos dos hoyos, el 18 normal y el del play off, acabó con las ilusiones de Woods.
De todos modos, Tiger, humano al fin, ha terminado el año con buenas sensaciones y en 2011 podremos ver, con toda seguridad, al mejor jugador que conocemos.
UN MAL DÍA LO TIENE CUALQUIERA
Woods comenzó mal la jornada dominical. En el hoyo 1 firmó un bogey,pero se recuperó en el siguiente; en el tercero, volvió a sumar un golpe más y en el quinto, volvió a recuperarse. Y todo fue bien hasta llegar al hoyo 13, fatídico número en esta ocasión para él.
Un doble bogey en el citado hoyo 13 le puso contra las cuerdas, justo en el momento en que el norirlandés Little John McDowell, acababa de empatarle, reduciendo los cuatro golpes de ventaja que tenía Tiger desde el comienzo en el tee del uno.
Mientras Woods se mantenía con el par hasta el hoyo 18, donde logró birdie tras embocar un putt de poco más de un metro, McDowell parecía ceder terreno, con bogeys en los hoyos 14 y 17. Pero Little John no quería dejar pasar a Robin y volvió a entusiasmar a los espectadores con un putt de seis metros para recuperar el golpe perdido y volver a empatar en lo más alto de la clasificación.
En el primer hoyo de desempate, el 18, McDowell volvió a embocar un largo putt y Woods vío como su bola rozaba el hoyo y se escapaba con todas sus ilusiones de vencer en los bosques de Sherwood.
EL AÑO QUE VIENE SERÁ
Tiger que buscaba regresar a la cima del mundo golfístico, tiene ahora, afortunadamente para los aficionados, alguien con quien luchar por ese número 1, lo que hará mejorar, aún más, el espectáculo del golf. Porque si Tiger estaba imparable en California,hasta la última jornada, Lee Westwood ha hecho muy bien sus deberes en Sudáfrica (ver información en esta misma página), donde ganó sobradamente y tiene visos de queres ser el número 1 durante mucho tiempo.
Woods no podía terminar peor una temporada, sin ganar por quinta vez este torneo, que patrocina su Fundación, con fines benéficos, y que ya ha conquistado en cuatro ocasiones, y sin poder convertirse en el “Robín” de los bosques de Sherwood, donde se encuentra el Sherwood Country Club, en California, y que tiene igual nombre que el de la guarida de Robin Hood en la Inglaterra de Ricardo Corazón de León y su hermano Juan sin Tierra. Habrá que esperar al año que viene.
SHERWOOD COUNTRY CLUB
El Sherwood Country Club, en Thousand Oaks, California, par 72 diseñado por Jack Nicklaus, es el escenario del Chevron World Challenge, que reparte cinco millones $ entre los 18 participantes y aunque no es una prueba del PGA Tour sí da puntos para el ranking mundial.
En esta edición han participado 18 jugadores de los mejores del mundo: salvo Westwood, Martin Kaymer y Mickelson juegan en California: Tiger Woods, Steve Stricker, Jim Furyk, Paul Casey, Luke Donald, Graeme McDowell, Rory McIlroy, Ian Poulter, Matt Kuchar, Dustin Johnson, Hunter Mahan, Zach Johnson, Anthony Kim, Bubba Watson, Camilo Villegas, Sean O`Hair, Stewart Cink y Nick Watney, que sustituyó a última hora a Martin Kaymer.
LAS CONFESIONES DE TIGER
Tiger se ha confesado y ha explicado que este 2010 "ha sido muy doloroso pero como jugador he aprendido mucho más que cualquier otro año, y como persona infinitamente más, así que ha sido todo un éxito, aunque no en lo deportivo". Woods llevaba dos años sin participar en su torneo. En 2008 por su lesión de rodilla y el año pasado por las heridas sufridas tras el accidente de coche que se convirtió en el principio de las penas de Woods. "Me encanta el golf. Es divertido y además sé que cuando juego bien soy bastante bueno", decía Tiger.
Tiger ha ganado el Chevron World Challenge, iniciado en 2000 y que otorga al vencedor un cheque de 1.200.000 $, en cuatro ocasiones (2001, 2004, 2006 y 2007). Woods fue segundo otras tres veces (2000, 2002 y 2003); Davis Love III lo consiguió dos veces (2000 y 2003) y Padraig Harrington, una (2002), Luke Donald (2005), Vijay Singh (2008) y Jim Furyk (2009), fueron los otros ganadores.
Ahora Tiger sigue trabajando en sus cambios de swing y no se sabe cual es su estado de forma, pero es seguro que este año finaliza el peor de su carrera deportiva: "Ha sido duro pero gratificante porque ahora miro más dentro de mí. Estoy muy entusiasmado con el futuro", explicó en su última comparecencia ante los periodistas.
(En la foto, Errol Flynn en la película Robín de los Bosques, dirigida en 1938 por Michael Curtiz.)
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