Gonzalo Fernández Castaño ha aprovechado su comparecencia ante los medios de comunicación, tras sus brillantes 67 golpes en la tercera ronda del Madrid Masters 2010, para presentar su recientemente creada Fundación, con el objetivo de ayudar a los niños más necesitados. “El golf me ha dado mucho, si estoy donde estoy es gracias al golf y a la educación que me han dado mis padres. Por eso hace un año y medio decidimos poner en marcha esta fundación con mi amigo Raimundo Fernández-Villaverde, que ha participado en muchos proyectos solidarios y con mi socio Carlo Cutropía. La idea es captar fondos para todo tipo de obras benéficas y sociales que tengan que ver con niños, como por ejemplo hacer compañía a esos niños que están solos en hospitales porque no tienen familia o porque sus familias no les pueden acompañar. En el futuro nos gustaría tener una estructura para ocuparnos directamente de ello, y aunque de momento nos centramos en España, que buena falta hace, no descartamos en un futuro ampliar a otros países. Nos gustaría llegar a tener renombre como la Fundación de Sergio García, o la que tiene Ernie Els para niños autistas.
También quiero dar las gracias a José Mª Michavila, un hombre a quien respeto mucho, muy involucrado en asuntos sociales junto a Shakira y Alejandro Sanz, que nos ha ayudado mucho con el proyecto”.
El Madrid Masters Alevín
Antes de anunciar la puesta en marcha de su nueva Fundación, y después de terminar su vuelta del sábado en el Madrid Masters, Gonzalo Fernández Castaño, promotor del torneo, estuvo dialogando con la docena de alevines que participaron en el Madrid Masters Alevín y que jugaron seis hoyos de los pares tres de la RSHECC, con los que se fotografió y a los que dio algunos consejos. Alejandro del Rey en scratch y Max Espeno por hándicap, han sido los ganadores de la competición Madrid Masters Alevín que se ha disputado en los pares 3 de la Real Sociedad Hípica, entre los 12 niños alevines seleccionados entre cientos de solicitudes recibidas a través de Canal + Golf. El más pequeño, un niño de origen coreano que vive en La Coruña, y que tiene ocho años, fue uno de los más aplaudidos por los espectadores.