Romance: Jon Rahm, la historia interminable

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Al recuerdo de su primer Grande, hace casi tres años, en plena pandemia, y a la hazaña de Jon Rahm, en la foto, en Hawai, Basilio Rogado dedica este romance.

En Hawai, al empezar el año 2023, Jon Rahm consiguió remontar siete golpes de diferencia para ganar el Sentry Tournament of Champions, el primer torneo del año del PGA Tour -ver más información en esta misma página web-. Ha sido su octava victoria en el circuito norteamericano y la mejor, tras el triunfo en el US Open de 2021, en San Diego. Al recuerdo de su primer Grande, hace casi tres años, en plena pandemia, y a su hazaña en Hawai, Basilio Rogado le dedica este romance.

I

Jon Rahm lo ha vuelto a hacer

ha conseguido ganar

el Torneo de Campeones

en un lejano lugar,

Hawai es como se llama

en el Pacífico mar.

Con una gran remontada,

y diez golpes bajo par,

en una última ronda

que no se podrá olvidar.

Pasaron casi tres años

de otra victoria final,

la del US Open, un Grande,

que nos vino a confirmar

que el español de Barrika,

un vasco de armas tomar,

iba a escribir la historia

del deporte nacional.

II

Todo empezó con mal pie,

un día antes de terminar

un torneo de prestigio,

como es el Memorial,

dicho con acento agudo

para que pueda rimar.

Estaba a punto de plancha

seguro que iba a triunfar,

pero llegó en mal momento

un positivo viral.

Y se lo hicieron saber,  

así, sin anestesiar,

y en pleno campo de golf,

se tuvo que retirar,

con la victoria anunciada,

a punto de coronar.

III

Catorce días después,

de junio vamos a hablar,

2021 era el año

que debíamos recordar,

en tiempos de la pandemia

más de dos años atrás.

Sin tiempo para pensar

tras los daños y perjuicios

que llegaron a causar,

esos virus tan extraños

que te pueden contagiar

con solo darle un abrazo

aunque sea a un familiar.

¿Quién lo hubiera pensado?

¿Se podría desmoronar

el mejor golfista de España

poco antes de empezar

la más grande de las pruebas

que en USA se iba a jugar?

Cualquiera habría sentido

deseos de abandonar.

¡Qué mala suerte ha tenido!

¡La vida que palos da!

Sin embargo, allí estaba,

con el semblante tal cual,

tras unos días confinado

como persona normal,

que esto no es como empieza

sino como ha de acabar.

IV

Al empezar el US Open,

en San Diego, gran ciudad,

el golfista español

tuvo mucho que aguantar

y al llegar el cuarto día,

la ronda de la verdad,

supo que con dos putts

la victoria iba a llegar.

¡Y que putts! golfistas todos

que sabéis lo que es sudar

 y las piernas, sin querer,

se te pongan a temblar,

antes de darle a la bola

ponerla en marcha y rezar

lo que sepa cada uno

para ver la bola entrar.

V

“Pensé que yo era el niño

aquel que iba a entrenar

a todas horas del día:

no paraba de embocar

una bola tras de otra,

sin tener que meditar.

Solo esperaba que un día,

si no dejaba de soñar,

todo ese enorme trabajo,

horas y horas, sin parar,

tendría su recompensa

en un bonito lugar

como el de Torrey Pines,

para mi tan familiar”.

“Lo sabía, le dije a Tim

cuando me vino a abrazar

como si yo fuera Phil,

su hermano, tan popular.

Ha sido el Karma, amigo,

pura filosofía oriental

que parte de uno mismo;

esa energía tan vital

invisible, inmensurable,

para mí trascendental

que ha convertido mi vida

en algo excepcional”

VI

Porque extraordinaria era,

nadie lo vaya a dudar,

esa hazaña deportiva

que Jon venía de lograr,

a sus veintiseis años,

en lugar tan singular.

Solo Seve, Chema y Sergio,

ocuparon un lugar

en la historia del golf

un deporte impopular

ya que es desconocido,

en España, me refiero,

por la incultura general

que solo tiene el fútbol

como deporte universal.

Y ya se sabe, el iletrado

que presume de ignorar

y aún, sin conocimiento

le gusta mucho opinar,

no deja de meter la pata,

sin su cara sonrojar.

y VII

El caso es que el de Barrika

que se apellida Rahm,

había dado con su victoria

en un Grande de verdad,

un empujón de gigante

al deporte nacional.

Ahora, tres años después,

en un lugar tan lejano

de su Vizcaya natal

y en un deporte tan “raro”

como es el golf natural,

el envite, a lo Grande,

el vasco lo ha vuelto a dar.

Campeón de campeones,

Jon les va a dedicar

los triunfos a sus dos hijos:

Kepa y Eneko serán,

con Kelley, que es su mujer,

y la familia al total,

los que darán testimonio

de una hazaña sin igual.

Pero detrás vendrán otras,

ha historia no va a acabar

ni en San Diego, ni en Hawai;

muchas otras llegarán

gracias al enorme esfuerzo,

el coraje y voluntad

de un vasco que, de Barrika

se marchó al mundo a triunfar.

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