Carta a los Reyes: Que un español gane un Grande en 2010; que Europa recupere la Ryder y que vuelva Tiger
Esta es una carta a los Reyes Magos muy especial porque pide tres cosas que no son Salud, Dinero y Amor, pero que son casi tan imposibles de conseguir. Pero la esperanza es lo último que se pierde.

Yo creo en los Reyes Magos, aunque me cae simpático Papá Noel. En consecuencia, en mi casa hay regalos en Navidad y en la Festividad de Melchor, Gaspar y Baltasar. En esta ocasión, a los Magos de Oriente les voy a pedir tres cosas, pensando que, a pesar de lo difíciles que puedan resultar, como no son de entrega inmediata, pueden conseguirlas sin que la crisis les afecte demasiado.
La primera de ellas es (para Melchor) que bien Sergio, al que deseo una pronta recuperación de la lesión de su mano derecha; bien Álvaro Quirós; bien Gonzalo Fernández Castaño, se traigan un Grande para casa. Si es posible el Open, mejor que mejor, pero tampoco le haríamos asco los aficionados españoles a cualquiera de los otros tres. Ni nos impotaría en absoluto que los que ganaran fueran los Pablos (Martín que ha empezado líder en la Carrera hacia Dubai) o Larrazábal (que volviera por sus fueros); y por qué no pensar en Rafa Cabrera, que sigue en progresión, o los más clásicos Nacho Garrido y José Manuel Lara, que tocan la flauta con la suficiente maestría para que en una de estas les sonara como el instrumento que tres damas le entregaran al Príncipe Tamino y cuyo sonido era capaz de cambiar el estado de ánimo de las personas. Estoy escribiendo sobre Mozart y su “Flauta Mágica”, la última ópera escenificada dos meses antes de la muerte de su autor, que tan solo tenía 35 años, y que fue estrenada en la Opera de Viena el 30 de septiembre de 1791. Y debería pedirles también a los Reyes Magos, salud para que Olazábal pueda ponerse la chaqueta verde por tercera vez en el Masters de Augusta.
(Y YA QUE HABLO DE SALUD…AMPLÍO LA PETICIÓN DE SALUD PARA TODOS, GOLFISTAS O NO, AMIGOS O LO QUE SEAN)
La segunda petición es (para Gaspar) y tiene que ver con la Ryder Cup que se va a disputar este año en Gales, del 23 al 27 de octubre. Aunque Colin Montgomerie no es ni mi golfista preferido, ni mi personaje favorito, no me importa pedirle al Rey Melchor, que sea Monty el que se lleve las mieles del triunfo como capitán de equipo europeo de la Ryder Cup. Y si en la lista de los doce seleccionados hay, por lo menos, tres españoles, mejor que mejor.
Creo fervientemente en una Europa unida como idea y como solución para los problemas del Viejo Continente, pero no creo en la capacidad, ni en el interés de los políticos que tenemos en Bruselas, que están en el centro neurálgico: unos, porque se les agradecen los servicios prestados con una bicoca económica; otros, porque son incómodos para sus partidos y los más porque les han puesto un puente plata hacia una prejubilación sobresaliente.
Por eso, ver como la Europa política unida cada vez lo está menos, hace mucho más importante la existencia de competiciones deportivas donde Europa sea un todo, al menos en la Europa del golf, que, es curioso, coincide con el embrión de la Comunidad Europea, en el que no estaba España, pero que se ha incorporado con brillantez a esa Europa del golf.
(Y EL EQUIPO DE LA RYDER CUP UNE A LA EUROPA DEL GOLF, FRENTE A LA NORTEAMÉRICA GOLFÍSTICA)
Y la tercera petición (para el Rey Baltasar) tiene como protagonista a un personaje, de raza negra, como Baltasar, que comprenderá bien en los problemas en los que se ha metido el jugador número 1 del mundo y que tendrá que hacer encaje de bolillos -los Reyes saben hacer de todo- para solucionar los muchos problemas que se le presentan a Tiger Woods en el futuro. Afortunadamente para él, no son económicos, a pesar de los 300 millones de dólares (210 de euros) que le pide su mujer por la separación; pero el trauma que le puede crear el circo mediático en el que se ha metido, y el hecho de que, según los medios de comunicación americanos, Tiger no haya podido ver a sus hijos durante estas Navidades porque Elin asegura que “no está bien mentalmente”, puede provocar un retraso en su reaparición en los campos de golf. Y eso es una mala noticia para el deporte en general y para el golf en particular… a no ser que el Rey Baltasar pueda hacer algo al respecto. Por lo pronto, Monty, el capitán del equipo europeo de la Ryder, que tuvo un divorcio traumático, aunque no tanto como lo puede ser el de Woods, es pesimista respecto a su recuperación para la competición.
(Colin Montgomerie: "Es absolutamente imposible jugar bien al golf con todo lo que le está pasando a Tiger Woods. Ya hubo una razón por la que no ganó el año pasado los principales torneos y ahora entendemos posiblemente cuál fue").
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SE ACABÓ LA CRISIS: ¡¡¡FELIZ AÑO DE RYDER 2010!!!
Un día, preocupado porque en la subida del palo mi driver parecía el de John Daly -salvando las distancias, claro-. leí en un libro escrito por un gurú gel golf norteamericano:: "Para no hacer overswing, lo mejor es no hacer oweswing". Si la hubiera firmado Perogrullo, la respuesta no podría haber sido mejor. Me cuentan, además, que un profesional cántabro de los de antes, de los que ya era veterano en la época en la que Seve se iniciaba con un hierro 7 por las praderas de Pedreña, explicaba a sus alumnos que el swing del golf era muy fácil: "To patrás, to patrás, to patrás y to palante, to palante y to palante".
¿Puede haber alguien que no entienda algo tan bien explicado? Pues es una fórmula bien sencilla para que una persona que empieza, y un niño, sobretodo, entienda el fundamento de algo que debería ser tan sencillo y natural como el movimiento que debemos hacer para pegarle a la bolita, y que, sin embargo, nos empeñamos en complicar tanto que, a veces hasta se nos va la cabeza.
Y si no, que se lo pregunten a Tiger, que hace muy bien el swing, pero que este año que termina ha dejado de mirar a la bola, ha movido la cabeza, y así le ha ido.
Pero hoy, día primero de enero de 2010, empieza el mejor año golfístico de nuestra vida. ¿Qué mejor propósito para el nuevo año que mejorar el handicap y acabar con nuestra crisis particular de swing? Todo es querer, y si podemos acabar con la crisis del swing, la otra, la económica, el lío en el que nos han metido políticos y economistas, que no han sabido hacer bien el swing durante un montón de años y que ahora pretenden arreglarlo todo en un momento, y sin ir al campo de prácticas.
Lo mejor es que digamos en voz alta en el momento de empezar el año, después de las DOCE UVAS y del brindis con champagne, con cava o con sidra, según las posibilidades y las ganas de cada uno: ¡¡¡SE ACABÓ LA CRISIS!!!
Desde luego en el golf profesional la crisis se llama Tiger. Y esa también se acabará en 2010 con la vuelta del Tigre. Este es un año de Ryder y los Estados Unidos no pueden permitirse el lujo de jugar sin el número 1 del mundo. Además, en España vamos a tener siete torneos dentro del Circuito Europeo, en lo que va a seguir siendo el “Camino hacia Dubai”, donde la crisis parece haber sido un mal sueño.
Para este año no solo esperamos sino que DESEAMOS la victoria de un español en un GRANDE. Puede ser Sergio, que primero tiene que curarse la mano derecha; pero también puede ser Álvaro Quirós, que le tiene ganas al Masters de Augusta; o Gonzalo Fernández Castaño, al que su hijo le va a dar renovadas fuerzas… o cualquier otro profesional de los que participan en el Tour Europeo. SUERTE PARA TODOS.
De todo eso y de mucho más, hablaremos en 2010. Por ahora es suficiente, ¡COMAMOS, BEBAMOS, DISFRUTEMOS DEL MOMENTO Y MANDEMOS A LA CRISIS A FREÍR GÁRGARAS, A TOMAR VIENTOS… O A OTROS SITIOS MENOS FINOS!
¡¡¡¡2009 HA MUERTO. VIVA 2010!!!
Saludos de Basilio Rogado desde la foto navideña con Papá Noel en busca del putt perdido.