"Ser honrado tal como anda el mundo, equivale a ser un hombre escogido entre diez mil." William Shakespeare
El triunfo de la honestidad
por Miguel Ángel Nieto
Eso de que el Golf es un deporte de caballeros hay que ponerlo en cuarentena antes de asegurarlo. El Golf es un deporte en el que hay caballeros y tramposos, como en otros deportes, como en la vida misma.
Pero el Golf que es un deporte muy singular, no hay más que echar un vistazo al reglamento, tiene sus tramposos singulares. Lo más corriente es contarse golpes de menos, unos por despiste y otros de manera intencionada. Los que lo hacen por despiste, se equivocan en un golpe los que lo hacen intencionadamente se equivocan, a veces, en tres o cuatro golpes.
Viene a cuento el chiste del jugador que tras embocar canta:
-¡Par!
Su marcador pone cara de asombro y le dice:
– Cómo par, si te has hecho nueve.
Impasible, el tramposo hace que cuenta los golpes dados y como si la cosa no tuviese importancia responde:
-Perdón, impar.
Pero también existe el jugador ponedora, que lleva un bolsillo con un roto por el que desliza otra bola, idéntica a la que juega, para reponer la que se ha perdido o salido de límites.
Y el que hace mulligan de pie cuando la bola ha quedado pegada a la cerca o debajo de una mata. El que cambia la bola en green para sustituirla con una más blanda que resulte más dócil con el putt y el que da un atmosférico y comenta:
–Cada vez hago más brusco el swing de prueba.
Vamos que hay una larga lista de posibilidades para no ser un caballero durante un partido de Golf.
Pero la semana pasada un jugador profesional, inglés, escribió una página de honestidad que ha de quedar como ejemplo en la historia del Golf, en el Verizón Heritage en Hilton Head Island, Carolina del Sur, Estados Unidos.
Se trata de Brian Davis jugador de 35 años, número 37 en el ranking, profesional desde 1994 aunque hasta cuatro años después no debutó en el PGA Tour.
Hasta ese momento tan solo había conseguido tres segundos puestos y un Top 10 pero estaba seguro de que esta vez el premio sería suyo y así conseguiría su primera victoria del circuito y algo más de un millón de dólares. Y no parecía estar equivocado ya que al término del torneo finalizó, empatado con Jim Furyk, con -13 golpes.
Y comenzó el desempate. Primer golpe de Furyk a la calle y el de Davis fuera de la calle. Los dos segundos golpes fueron buenos para ambos pero el de Davis botó en el borde del green y fue a parar en una zona con hierbas y ramas sueltas. Hace un buen approach y ante la mirada sorprendida de los presentes llama al director del torneo, Slugger White para comentarle que cree haber visto que en el backswing ha movido un par de ramas que había junto a la bola. De ser así, Davis sabe que había infringido la norma 14-3.
Regla 13-4. Bola dentro de un obstáculo; Acciones prohibidas
Excepto por lo previsto en las Reglas, antes de ejecutar un golpe a una bola que está en un obstáculo (sea un bunker o un obstáculo de agua) o que, habiendo sido levantada de un obstáculo pueda ser dropada o colocada en él, el jugador no deberá: a) probar la condición del obstáculo o de cualquier otro similar; b) tocar el suelo en el obstáculo o el agua en un obstáculo de agua, con su mano o con un bastón, tocar o mover un impedimento suelto que está dentro, o toca el mismo obstáculo.
CASTIGO POR INFRINGIR LA REGLA Juego por hoyos: pérdida del hoyo; Juego por golpes: dos golpes.
El árbitro tampoco salía de su asombro y pidió a los jueces que visionaran las imágenes de televisión. Después de ver éstas hasta en cámara lenta se descubrió que el jugador estaba en lo cierto. Le aplicaron los dos golpes de penalidad lo que supuso el triunfo de Furyk.
– Vi movimiento con el rabillo del ojo y decidí que los árbitros lo comprobaran. No me hubiese quedado satisfecho de no haberlo hecho– declaró el jugador al finalizar el partido.
Furyk tampoco estaba contento del todo:
-Es muy difícil ver que suceda en un momento clave para un torneo de golf. Esto ha sido raro para él por perder de ese modo y un poco también para mí por haber ganado así .
Es de suponer que uno y otro ahogarían después sus penas viendo el cheque recibido. Furyk 1.260.000 dólares y Davis 615.600 dólares, casi lo mismo que lo recaudado hasta ese momento, 740.915 dólares.
Para el es un buen salto económico y sobre todo de prestigio personal ya que hoy es sin duda el modelo de jugador honesto.
Retrato de William Shakespeare (1564-1616), de autor desconocido, que se conserva en la Universidad de Austin, en Texas. Archivo Wikimedia Commons.