El regreso del Tigre… por fin
¿Volverá a rugir el Tigre a su vuelta a la competición un año y tres meses después? Esa es la pregunta que se hacen todos los aficionados ante el regreso de Woods en Bahamas el 1 de diciembre de 2016.
Después de un año y tres meses sin competir oficialmente, el mundo del golf espera el regreso de Eldrick Woods, al que todo el mundo llama “el tigre”, tal vez por su inveterada costumbre de dejar en los huesos a los rivales cuando pisa un campo de golf. Este caballero, ya cuarentón (30/12/75), ha sumado 79 torneos del PGA Tour, 40 del European Tour, y se ha enfundado la chaqueta verde de Augusta en cuatro ocasiones. Su voraz apetito golfístico, -de otros, no menos voraces, no hablaremos en esta ocasión- le ha proporcionado tres Open USA y se ha bebido el clarete de tres Jarras del Open británico. Y por si alguien duda de sus capacidades, solo hay que recordar que lideró la lista de ganancias del circuito americano en diez ocasiones entre 1997 y 2013.
En 2009 tuvo su primer “parón” en una carrera hasta entonces imparable. Su “accidente” automovilístico y sus secuelas fueron la comidilla de toda la prensa mundial, la especializada y la no especializada. Al parecer, Tiger “conducía” frecuentemente fuera de los límites del matrimonio y a su mujer el asunto no el gustó demasiado. Se había casado cinco años antes con la modelo sueca Elin Nordegren, niñera ocasional de los chicos de otro golfista, el sueco Jesper Parnevik. El derrape sexual convirtió al tigre en un conejo a la fuga perseguido por la señora tigresa. Así que quince días después del accidente, el Formula 1 del golf mundial hizo Stop.
Luego vinieron la terapia y las lesiones. Y aunque regresó en abril de 2010 para jugar el Masters, ya las cosas no fueron iguales. En 2011, tras doce años de relación, se separa de su caddie de “toda la vida” Steve Williams con el que había ganando 13 de los 14 Majors jugados. Pero, en 2013, parece renacer y vuelve al número uno mundial tras hacerse con el triunfo un lunes luminoso en el Arnold Palmer Invitational, tras una brutal tormenta dominguera. Rayos, truenos y un Tigre destronan al norirlandés Rory McIlroy. Pero será su último año bueno.
En 2014 no juega la Ryder y en 2015 cae hasta el puesto 226 de la clasificación mundial. En agosto para de jugar. Operado de la espalda en octubre de ese año, cae hasta el puesto 582 de la clasificación mundial, un puesto impensable para quién ha sido el máximo depredador del golf mundial durante casi 20 años. En abril de este año se le vio jugando unos hoyos con su amigo Mark O’Meara en el Bluejack National Golf Course. Recientemente lo vimos, con gesto serio, como vicecapitán del exitoso equipo estadounidense en la Ryder Cup.
Finalmente regresará a un campo de golf, desde el puesto 767 de la clasificación mundial, el primer día de diciembre de este 2016, tras jugar su último torneo en el Wyndham, en agosto de 2015, en el Hero World Challenge, en Bahamas, en un torneo auspiciado por la propia Fundación Tiger Woods, a la que van destinados una parte de los beneficios de la competición, en la que solo 18 jugadores de los mejores del mundo, se repartirán 3.500.000 $, del 1 al 4 de diciembre.
Atrás quedan las «amenazas» de volver, que se quedaron en el intento, tanto en el Safeway Open de Napa, que se disputó en California el pasado octubre, en el Tiger Woods Invitational presented by USLI, en el Monterey Peninsula, también en octubre, y en el Turkish Airlines de noviembre, donde también se ausentó.
La expectación de aficionados y profesionales es grande. Algunos de sus rivales han expresado su alegría por la vuelta del ex número uno. Así McIlroy ha dicho: «será muy bueno verle de nuevo jugando. Creo que estuvo a punto de reaparecer a principios de año, pero su decisión de esperar hasta estar recuperado al 100% ha sido buena». El actual número uno del mundo, Jason Day, declaraba: «es una muy buena noticia, estoy deseando ver cómo está su juego. Creo que lo ha hecho de la mejor manera, esperando para no precipitarse. Lo más difícil para él será tener un juego consistente. Ojalá se recupere rápidamente, sería divertido jugar contra él en su mejor versión». Por su parte Mickelson dijo que «es una noticia genial. Siempre tendremos altas expectativas porque es uno de los más grandes de la historia, si no el más grande».