TIGER NO PUDO GANAR SU DECIMOQUINTO GRANDE
El Ying Yang no representa el bien y el mal, ni la dicotomía entre lo bueno y lo malo como, a veces, creemos desde nuestra conciencia occidental. La luz y la oscuridad del Ying Yang de la filosofía taoista representan lo masculino y lo femenino. La luz es lo masculino, la razón, la lógica, la inteligencia, la acción y la frialdad descorazonada. La oscuridad es lo femenino: las pasiones, las emociones, la sabiduría, la falta de acción y la rabia. El Ying Yang representa la armonía ideal entre los dos, que es un equilibrio completo entre su luz masculina y su oscuridad femenina. De hecho, en la filosofía oriental, el color blanco es la representación del mal, puesto que el blanco representa el vacío. Pero el blanco es también el color de la pureza.
De blanco puro iba vestido el surcoreano Y. E. Yang, primer asiático que gana un Grande y que, además se lo gana a Tiger Woods, el número 1 que fue una marioneta -maleducado y escupidor, como siempre que no le salen las cosas como quiere-. Los desplantes del norteamericano, que se iba del hoyo antes de que terminara de patear su compañero de partido, no pudieron acabar con la concentración del coreano que terminó con un birdie en el hoyo 18 y se colocó con ocho golpes bajo el par, tres más que Tiger (-5).
Tiger no pudo ganar su decimoquinto grande, ni lograr su tercera victoria consecutiva en el año, ni conquistar ningún Major en la temporada 2009. Su cara al terminar el torneo lo decía todo. Está tan acostumbrado a ganar que tiene mal perder, como si fuera un presidente del Real Madrid. En esta ocasión, el Yang le pudo al Ying y se rompió el equilibrio filosofal, sobre todo porque Tiger no se podía creer que un coreano bajito de 37 años, que no empezó a jugar al golf hasta los 19 y que antes fue levantador de pesas -como demostró al levantar, lleno de alegría, su pesada bolsa al terminar el US PGA Championship, que finalizó el domingo 16 de agosto de 2009, en el Hazeltine National Golf Club, en Chaska, en el estado norteamericano de Minnesota-, que solo tiene siete victorias en su vida, cinco en el Circuito Asiático, una en el europeo y otra, el Honda Classic, en el Circuito Americano, y que es el número 110 del mundo, le llevaba al huerto y le ganaba en su propia casa.
El número 1 no jugó bien ni el sábado, y mucho menos el domingo, día en el que no hizo ningún bogey y firmó una tarjeta de 75 golpes, frente a los 70 del coreano. En el hoyo 18, no terminó su bola para que Yang golpeara el último, a pesar de que dos putts de Yang le daban la victoria, después de que un magnífico y sorprendente segundo golpe del coreano, con un híbrido, hiciera reposar su bola a menos de dos metros del hoyo.
Al final, entre los diez primeros del US PGA, el Major que organizan los profesionales de los Estados Unidos, y que llegan hasta el puesto quince, por los empatados en el décimo lugar, solo hay cinco norteamericanos. Padraig Harrington volvió a fallar y se fue al agua en el hoyo 8, par tres, en el que firmó un quíntuple bogey (8) en su tarjeta. Ahí terminaron sus aspiraciones. Al final, fue décimo, al par.
Solo nueve jugadores terminaron bajo el par del campo y Rory McIlroy y Lee Westwood empataron en la tercera posición (-3).
Los españoles, mal. Al margen de la deserción de Sergio, que no pasó el corte, los otros quedaron entre los cuarenta primeros: Álvaro Quirós (+3); Gonzalo Fernández Castaño (+4), en el puesto 32 y Miguel Ángel Jiménez (+5), en el 36.
Fue una lástima porque Quirós era top ten hasta el hoyo 17, un par tres en el que terminó con un triple bogey que le llevó del puesto noveno al 24.
Breve Historia
Fue en 1916 cuando se celebró por primera vez el Campeonato de la PGA, que este año, en Chasca, Minnesota, ha llegado a su edición número 91. La primera vez se disputó en el
Siwanoy Country Club de
Bronxville, en
Nueva York. El trofeo fue donado por
Rodman Wanamaker, por lo que desde entonces la copa es conocida como el Trofeo Wanamaker. Al inicio, el torneo se disputaba en la modalidad match play -hoyo a hoyo- y a partir del año 1958 se comenzó a jugar en la modalidad de stroke play, o medal play, es decir, por golpes. El primer ganador,
Jim Barnes que recibió un premio de 500 dólares, lo que contrasta con el premio recibido por el copreano
Y.E. Yang que se emboldó más de 1.350.000$
(Crónica del tercer día (sábado 15 de agosto de 2009)
Pues eso parecía, que Tiger había dictado sentencia ya en la segunda jornada del US PGA Championship, que finaliza el domingo 16 de agosto de este 2009, en el Hazeltine National Golf Club, en Chaska, en el estado norteamericano de Minnesota, pero no fue así. Tiger no tuvo un buen día en la tercera jornada, la del día del movimiento, aunque pudo aguantar el ataque desenfrenado de Padraig Harrington y tiene intactas todas sus opciones para ganar su decimoquinto Grande.
Álvaro Quirós tuvo, sin embargo una buena jornada (-3) y terminó con -2 en el total, en la octava posición. Miguel Ángel Jiménez hizo 71 golpes, su primer recorrido bajo par y se colocó en la posición 23 (+3) y Gonzalo Fernández Castaño es el 46 (+4) después de firmar una tarjeta de 73 golpes.
Crónica del segundo día (viernes 14 de agosto de 2009)
El líder ha dictado sentencia. Cuando solo se llevan dos jornadas del US PGA Championship, que se celebra (13-16 de agosto de 2009) en el Hazeltine National Golf Club, en Chaska, en el estado norteamericano de Minnesota, Tiger es el líder destacado (-7) con dos tarjetas de 67 y 70 golpes, con cuatro golpes de ventaja sobre sus inmediatos seguidores, un grupo de cinco jugadores entre los que se encuentra Padraig Harrington, su víctima durante tres jornadas: la última de la semana pasada, en el Brisgestone Invitational y las dos primeras de este último Major de la temporada. En la jornada del jueves, el irlandés aguantó en segunda posición (68), tan solo a un golpe de Tiger, pero en la del viernes, se derrumbó en la segunda vuelta y, a pesar de sus dos birdies en los hoyos 14 y 15, los cuatro bogeys que firmó en esos últimos nueve hoyos le llevaron a los 73 golpes, que le alejan de la cabeza en este largo campo, de 7.000 metros, cuya victoria se está decidiendo, como explicaban los especialistas, en el juego corto, ya que en los pares cinco, son pocos los jugadores, por no decir ninguno, que llegan al green de dos golpes.
Y ahora viene la pregunta del millón: ¿cuál de los cinco perseguidores (¿o sería mejor decir, seguidores?) de Woods será capaz, no ya de ganarle, sino de seguirle el ritmo? El nímero 1 juega en el partido estelar con el fidjano Vijay Singh (69-72), que parece haberse encontrado con el putt, y puede ser un hueso duro de roer, ya que su experiencia le puede hacer inmune al “efecto Tiger”, un síndrome que afecta gravemente a todos aquellos que juegan en el partido estelar con Tiger. En el partido anterior, un ganador de grande, el desguantado Lucas Glover (70-71) y el joven australiano Brendan Jones, que ha hecho su menos 3 con idéntico resultado que el ganador del US Open.
Tras ellos, el joven inglés Ross Fisher (73-68), junto a Padraig Harrington, inasequible al desaliento, a pesar de sus 73 golpes del viernes, que junto a los 68 de la primera jornada le alejan de la cabeza, aunque no se pueda decir que le quitan todas las posibilidades de victoria de una manera definitiva: golf es golf, aunque pueda parecer lo contrario.
Hay que destacar el hecho de que, entre los diez primeros clasificados -que llegan hasta el puesto 13, porque en novena posición figuran empatados cinco jugadores, hay seis europeos, desgraciadamente ninguno de ellos es español.
Séptimo y octavo son los ingleses Ian Poulter y Leer Westwood (-2) y en la novena posición están el alemán Martin Kaymer y el danés Soren Kjeldsen.
La actuación de los españoles, por lo demás, ha sido decepcionante. Sobre todo porque empezaron dando motivo a unas esperanzas que luego no se cumplieron. Lo peor, sin duda alguna, el fracaso de Sergio que terminó (71-78) con un doble bogey en la jornada del viernes que le colocó +5, y se quedó fuera del corte establecido en +4.
Miguel Ángel Jiménez (75-73) que parecía defenestrado a mediodía del viernes (+4) es al final de la partida del fin de semana. Gonzalo Fernández Castano (que sigue sin eñe), hizo una primera vuelta de 70, pero se hundió en la segunda con 77 golpes y (+3) también estará el fin de semana. En cuanto a Álvaro Quirós, que llegó a ser colíder (-4) al principio del viernes, acabó al par (69-76), empatado en el puesto 14.
Phil Mickelson, al final también pasó el corte por los pelos (+4).