Se casó Sergio: «un sueño hecho realidad»

Por fin llegó el momento: «un sueño hecho realidad», afirma la pareja en las redes sociales: Sergio García y Angela Akins se han dado el «sí quiero», «para toda la vida»… y cosas así, en Austin, la ciudad texana de donde es la novia, como no podía sere de otra manera: un deportista y una periodista deportiva, como debe de ser. Ni es la primera pareja deportista/periodista, ni será la última. A falta de tonadilleras y de toreros, que formaban las parejas del «tipical spanish» por excelencia, ahora los deportistas, que tienen poco tiempo libre, buscan a su media naranja entre las señoritas que les entrevistan al final de los torneos/partidos/actividades varias relacionadas con el deporte. Recuerden, si no, el caso de Iker Casillas con Sara Carbonero, solo por poner un  ejemplo. En el caso de Sergio y Ángela, se conocieron en 2015, cuando la informadora le entrevistaba para Golf Channel. En abril de 2016 hicieron público su noviazgo y a finales de año -como publicó golfinone en exclusiva- decidieron casarse cuando acabara The Open.

Los recién casados no podrán irse de luna de miel. El golf es prioritario en la vida del español. Antes de la boda, los novios estuvieron dándole al palito -con perdón- y a la bola de golf. Después de la ceremonia, la bola de golf desapareció de sus vidas, aunque por poco tiempo.

La pareja tenía planeado viajar a Australia tras su boda: ¡como si no viajaran poco a lo largo del año por sus actividades deportivas! Pero el trabajo es lo primero y las antípodas pueden esperar dos semanitas. Y es que Sergio está apuntado en el WGC Bridgestone Invitational, prueba del Campeonato del Mundo que se disputa en Ohio, del 3 al 6 de este mes de agosto, es decir, ya mismo. Y después, sin solución de continuidad, viene el último Major del año (10 – 13 agosto), el PGA Championship, que se juega en Charlotte, en Carolina del Norte.

Entretenidos van a estar los novios, pero solo después de esos dos torneos tendrán tiempo para dedicárselo a ellos mismos. Con los aviones de hoy en día -y si son privados, mejor- las distancias no son nada… o casi.

En el rancho familiar de Austin -ahí es nada-, la ceremonia estuvo seguida de un «guatecón» en el que la música la puso en directo el saxofinista Kenny G. que cuando no está tocando el instrumento, le da a los palos de golf con cierta maña.

¡¡¡¡¡FELICIDADES A LA PAREJA!!!!!

PS. Y pronto, caerá Rafa Cabrera Bello. Al tiempo.