Open de España y Ryder Cup: el Gobierno catalán «bajo sospecha»
El interés de las autoridades catalanas por atraer para su Comunidad el Open de España y la Ryder Cup 2022 está «bajo sospecha».
Ahora que están de moda las series televisivas con forenses como protagonistas, se ha puesto de actualidad la búsqueda de los restos de Cervantes, enterrado, desde 1616 en el Convento de las Trinitarias en Madrid. Para entrar en campaña electoral todo vale: desde unos huesos culturales, a una web para fomentar el Turismo de golf en Madrid, pasando por el interés de los políticos que gobiernan Cataluña, por quedarse con todo aquello que venga de España y apropiárselo para sus beneficios futuros.
Y ya que estamos en el Siglo de Oro español busquemos en Lope de Vega, sin tener que hurgar en sus restos mortales, las preguntas que me rondan por la cabeza después de la presentación, en Madrid, del Open de España de Golf, que se va a celebrar en Barcelona. Bueno, exactamente en Tarrasa, aunque Barcelona ya lo ha hecho suyo “porque el Golf del Prat, aunque está en Tarrasa, lo sentimos como propio”, según palabras del director de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Amador, presente en el citado acto. Y ahora, no solo ha hecho suyo el Golf del Prat, sino la candidatura de España a la Ryder Cup 2022, que ahora se llama «Candidatura Costa Brava – Barcelona 2022. (Ver más información en esta misma página web).
Esto de apropiarse de lo ajeno es muy propio de los independentistas catalanes –no de los catalanes en general, que no son todos independentistas, algo que se olvidan de recordar los representantes del gobierno de la Generalitat-. Y para curarse en salud, se han inventado lo de que “Espanya ens roba” y resulta que en la temeraria denuncia político/económica empiezan por robarnos la eñe.
Vamos a recordar –y a pedirle prestados, no a robarle, por supuesto- los primeros versos de un soneto de Lope de Vega, precioso por cierto, perteneciente a un Siglo de Oro español que muchos catalanes desprecian, no solo por desconocimiento, sino por envidia:
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue…
Y en lugar del Jesús mío de Lope, con el que finaliza el segundo verso del soneto, pongamos Open de España y Ryder Cup. ¿Qué interés tienen el Gobierno de la Generalitat, la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de la Ciudad Condal, en sentir como propio esos dos acontecimientos, uno nacional, como es el Open… de España, y otro tan internacional como la Ryder Cup, cuya candidatura para 2022 apoyan las autoridades catalanas?
Mientras los partidos independentistas preparan una “hoja de ruta del soberanismo” para cuando “ganen” lo que ellos llaman elecciones plebiscitarias, siguen promocionando -a solo unos meses vista- acontecimientos deportivos netamente españoles, como es el Open de España de golf, y se preparan para recibir en Cataluña, la Ryder Cup 2022 que, en caso de dársela, tendría a España como sede, aunque se celebrara en una parte del país, como es la Comunidad catalana.
¿Cómo se contempla eso en la “hoja de ruta del soberanismo”? Naturalmente, el Open de España, en Cataluña, para los medios de comunicación adictos, que son la mayoría, y para las actividades institucionales, es simplemente “El Open”, como si fuera The Open, que es el británico. Es decir, que para el resto de España y para todo el mundo, el Open de España es el Open de España, pero en Cataluña, el Open no tiene apellido.
En cuanto a la Ryder Cup de 2022, para la que España es candidata y que se celebraría en el PGA Catalunya Resort, en Gerona, ¿que haría el Gobierno catalán en caso de que la candidatura fuera elegida?. ¿Retrasarían la declaración unilateral de independencia que se prevé en la “hoja de ruta”, o pretenden quedarse con ella por la cara, para que un acontecimiento deportivo como el de la Ryder Cup ayudara al amanecer deportivo de un nuevo país, que ni siquiera estaría en la Unión Europea? ¿Quieren los nacionalistas catalanes robarnos la Ryder Cup, además de la cartera?
No solo es curioso, sino sospechoso, que una vez fracasada la petición de Madrid para celebrar la Ryder 2018, cuando la Real Federación Española de Golf, según confimó su presidente Gonzaga Escauriaza, intentó recabar ayuda estatal y de las Comunidades Autónomas, para pedir la candidatura de 2022, recibió la negativa como respuesta, tanto del Gobierno, como de todas ellas.
“Menos en Cataluña, que prácticamente se ha nombrado a sí misma”, dijo Escauriaza. ¿Y por qué Cataluña sí y otras comunidades no? Pues porque a todas -excepto a Cataluña, que juega con su dinero y el del resto de los españoles- les parecía excesivo el gasto/inversión de 100 millones de € que había que aportar a la solicitud para ser sede de la competición.
Al margen de que la Ryder es uno de los cinco acontecimientos deportivos más vistos del mundo, y de los enormes beneficios, no solo económicos, que reporta, ¿no es extraño que Cataluña sí pueda disponer del dinero necesario para solicitar la Ryder, cuando su economía tiene, al menos, tantos problemas como la del resto de Comunidades?
En cualquier caso, ante el reto soberanista, que es solo un problema económico, aunque se revista de sentimentalismos y que se resume en una frase publicitaria que, como casi todo lo que es propaganda resulta engañosa: “seremos más ricos si somos independientes”.
¿Y cuando sería eso? Buena pregunta que tiene respuesta en los tres últimos versos de la cuarta estrofa del soneto de Lope con el que se iniciaba este texto:
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
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(En la imagen del acto de presentación del Open de España 2015 en el Centro Nacional de Golf, en Madrid, de izquierda a derecha: Federico Montlloch, presidente del Real Club de Golf del Prat, donde se celebra el torneo,Xavier Amador, director de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento de Barcelona; Josep Salom, Diputado delegado de Deportes de la Diputación de Barcelona, Gonzaga Escauriaza, presidente de la RFEG, Javier Espinosa, director comercial de Reale Seguros y Ángel Gallardo, vicepresidente del PGA European Tour. Foto: Fernando Herranz).