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Stuart Appleby, con un 59 el último día, ganó (-22) el Greenbrier Classic. Sergio García acabó a ¡14 golpes del australiano!

 
Cuatro años después a Stuart Appleby le volvió a sonar la flauta. Que el golf es cosa de rachas no es un secreto para nadie. Por eso, lo de Sergio García ya pasará, es cosa de esperar. Lo que deseamos los aficionados españoles es que no tenga que esperar tanto tiempo como el australiano, que desde hace casi un lustro no obtenía una victoria en el Circuito Americano.
El domingo 1 de agosto de 2010, Appleby no solo ganó su noveno torneo en el PGA Tour, sino que ingresó en el histórico Club de los 59, al terminar la cuarta ronda del Greenbrier Classic, que se ha disputado en West Virginia, con un estratosférico 59, para un total de -22, que le sirvió para acabar con su mala racha, ganar 1.080.000 $ y convertirse en el quinto jugador, en toda la historia del Circuito Americano, que ha logrado firmar una tarjeta con 59 golpes.
Antes que el australiano de 39 años, habitual en el PGA Tour, el 59 lo habían firmado otros cuatro jugadores: hace tan solo un mes, el pasado julio, Paul Goydos igualó el récord del Circuito Americano y firmó 59 golpes en el John Deere Classic. Es curioso, pero Goydos, que realizó la hazaña a principios de julio, en este Greenbrier Classic, ni siquiera pasó el corte. ¡Golf es golf! que diría Vujadin Boskov, si es que jugara al golf.
Pero hay que remontarse hasta 1999, para encontrar al tercero de los firmantes de un 59; fue David Duval en la última jornada del Bob Hope Classic.
Y antes que los tres citados, el primero en lograrlo fue el estadounidense Al Geiberger, en el Colonial Country Club, en 1977 y el segundo fue Chip Beck, en Las Vegas Invitational, en 1991.
Volviendo al Greenbrier Classic, disputado en West Virginia, Appleby tuvo como aliado el campo, The Old White Course, un par 70 en el que se reproducen algunos de los hoyos más famosos del mundo, situado en un lujoso Resort en White Sulphur Springs, donde los invitados a la Casa Club deben llevar chaqueta y corbata para entrar al restaurante a cenar. El rough no demasiado alto y, sobre todo, los greenes blandos que recibían con los brazos abiertos a los jugadores, fueron los causantes de los bajos resultados obtenidos. Si el ganador, Appleby, acabó con 22 golpes bajo el par, el segundo, el joven norteamericano Jeff Overton, que desperdició un birdie de un metro en el hoyo 17, par 5, para salir al play off con el australiano, acabó con 21 bajo par y el tercero, el zimbawo Brendon de Jonge, con 17 bajo par.
Pero aún hay más: los cincuenta primeros clasificados, más de la mitad de los que pasaron el corte, firmaron tarjetas que les llevaron a un total de dos dígitos: -10 o mejor resultado. Lástima, pero en esa lista no estaba Sergio García que, finalmente, con 68, 67, 67 y 70 golpes, se conformó con ser el 69 de la clasificación (-8).
Sergio García que había vuelto al Circuito Americano para intentar recuperar puestos en el ranking mundial y, por supuesto, como Fernández Castaño, tercero en Irlanda, las buenas sensaciones perdidas durante esta temporada, no debe de estar contento con su actuación en The Greenbrier Classic. Sergio deberá esperar  al Bridgestone Invitational (5-8 de agosto), que se disputa en Akron, Ohio, en el Firestone Golf Club, para procurar reverdecer viejos laureles.

 

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