(En la imagen, Carlota Ciganda, la joven rookie española que ha ganado dos títulos -uno de ellos en China, a finales de octubre- en lo que va de año en el Ladies European Tour).
El Comité de la Solheim Cup, el torneo que cada dos años enfrenta a equipos femeninos de Estados Unidos y Europa con idéntico formato que el de la Ryder Cup, ha hecho pública la sede del torneo de 2015 que se disputará en el club alemán St.Leon-Rot, en la localidad de Heidelberg, cerca de Francfort.
El anuncio se ha hecho esperar, entre otras cosas porque en el proceso de selección hubo dos posibles sedes en España, en la Costa del Sol y La Manga, que desistieron de albergar el torneo dentro de tres años, debido a la crisis económica y a la falta de patrocinador privado.
El club St.Leon-Rot, inaugurado en 1996, ha albergado torneos como el Deutsche Bank SAP Open, ganado en tres ocasiones por Tiger Woods.
La próxima edición de la Solheim Cup se disputará del 13 al 18 de agosto de 2013 en Colorado Golf Club en Parker (EE.UU), con el equipo europeo como defensor del título.
ROMANCE DE LA SOLHEIM CUP QUE PUDO VENIR A ESPAÑA Y SE FUE PARA ALEMANIA
I
Primero fueron los Juegos
Olímpicos de postín,
que se fueron, a la postre,
a las tierras de Brasil.
Luego perdimos la Ryder,
también la quería Madrid,
y el poderoso caballero
se la llevó hasta París.
Ahora son los alemanes
los que en un decir jolín
se han quedado con la Solheim
para el año dos mil quin…
porque han hecho los deberes
y se han echado a dormir,
como los que crían fama
mientras otros cardan crin.
II
Cuando el golf de las mujeres
ha encontrado su adalid,
que llegó de las Navarras
como si fuera un San Luis
para ganar hasta en China,
en su año de aprendiz;
cuando Carlota Ciganda
va a vencer en torneos mil
y por fin las españolas
tendrán algo que decir
en este difícil mundo,
tan complejo y tan viril,
vemos marcharse a la Solheim
en busca de otro país.
III
La pidieron los murcianos
pero faltó el dinerín
necesario para hacerla
y llevarla hasta buen fin;
los de la Costa del Sol
también querían para sí
un evento tan preciado,
tan golfista y feminil…
Pero andamos a dos velas
por allá y por aquí
y tampoco se esforzaron
en traerla hacia Madrid.
IV
Solo nos queda un consuelo:
volver de nuevo a pedir
un torneo tan importante:
más que torneo es festín,
por lo mucho que te ofrece
una apuesta con botín.
Lástima porque un tesoro
digno de un mandarín
sería un trofeo extraordinario
para ese otro Botín,
santanderino de pro,
y golfista con bolsín.
y V
Nuestras vidas son los ríos
que a la mar van a morir.
No lo quiera don Manrique
porque antes del tres mil
tendremos la Solheim Cup
brillando en nuestro jardín,
aunque tengamos que darle
otra vuelta al calcetín.
Pero quizás para entonces
la crisis toque a su fin
y tengamos suficiente
con un solo maletín.
Nuestras chicas con futuro
volverán a competir,
españolas por Europa
contra las de otro confín
y que formen un equipo
que se convierta en fortín
para ganarle a las yanquis
en nuestro propio país.