La muerte de INTERVIU y la decadencia del golf
Basilio Rogado, director de «Golfinone» que dirigió Interviu en la década de los 80 del pasado siglo, escribe sobre la muerte de la revista y la decadencia del golf amateur en España.

Ahora que ha muerto todos hablan bien de ella. Estaba previsto, es lo que toca en los funerales: ha fallecido, ¡qué buena era! Sin embargo, en sus cuarenta años de historia Interviu fue una publicación popular, denostada por muchos, especialmente por buena parte de la clase política y determinadas asociaciones recién salidas del armario.
Interviu tuvo en su época lo que se llamaba “mala prensa” y muchos lectores acudían al kiosco y la compraban junto a un diario y otras revistas, para ocultarla entre las páginas de la competencia, porque se sonrojaban si les veían con ella de la mano.
Algo parecido, salvando todas las distancias posibles, les ocurre a los golfistas, ya que la ignorancia de gran parte de la sociedad, les hace parecer culpables por jugar a un deporte, despreciado por ser “un deporte de ricos”, cuando los ricos tienen otras cosas mejores, o peores que hacer, que jugar al golf.
Está claro que, en otros tiempos, los llamados despectivamente “ricos” tenían en algunos campos de golf elitistas, su sancta sanctorum, pero de esos ya quedan muy pocos y ahora, los jugadores de golf son, en su mayoría, veteranos que ocupan su tiempo libre de la mejor forma posible, y el golf es una de esas actividades que se pueden practicar al llegar a la jubilación.
En todo caso, el golf no es solo un deporte de viejos, es un deporte para “ricos”, eso sí, pero “ricos” porque tienen tiempo libre, que es el gran problema del deporte, que su práctica necesita muchas horas.
LA DECADENCIA DEL GOLF AMATEUR
Lástima que sino la muerte, porque no hay escasez de papel, ni tecnología alguna que pueda acabar con el golf en el mundo, sí se vive en España una decadencia en el golf amateur que debería preocupar a los dirigentes deportivos.
Claro que alguien podría preguntar: ¿cómo es posible que hable de decadencia del golf cuando hay un joven -Jon Rahm- que ha surgido con tal fuerza que compite con los mejores del mundo, y tenemos en la élite a Sergio García y otros grandes jugadores?
Muy sencillo, gracias al esfuerzo individual de unos genios que no se arredraban ante nada, a pesar de no tener una base deportiva ni social que los apoyara, como Seve, Olazábal, Santana o Sainz, y por la misma razón que tenemos a Rafa Nadal, en tenis, que es un deporte que cada vez se practica menos, a nivel amateur, en España; a un campeón del mundo, Javier Fernández, en una modalidad «fantasma» en nuestro país; o a Fernando Alonso, en automovilismo; o a Lidia Valentín, campeona del mundo de halterofilia, o a una medalla de oro olímpica en el insólito badmington, como Carolina Martín…
Pero a nivel amateur, el golf ha tenido un bajón en los últimos años que ha dejado en crisis permanente a este deporte: de más de 300.000 federados, se ha descendido a una cifra que ronda los 250.000. Este año, y van dos consecutivos, tampoco se celebra el Open de España, la tradicional cita anual de profesionales, y desaparecen campos e instalaciones, como la del Canal de Isabel II en Madrid, y otras duermen el sueño de los justos o malviven a la espera de tiempos mejores. Sólo aguantan los campos de la Costa del Sol y aledaños, gracias al turismo que, por ahora, parece que no nos abandona.
EL DESNUDO FEMENINO
Pero volvamos a lo que nos ocupa: los que ahora dicen que el desnudo femenino de Interviu fue la ruptura de una sociedad que vivía con las ataduras religiosas y sexuales de una dictadura, entonces menospreciaban las restantes informaciones de la revista porque “es una publicación guarra”, que mostraba “tías en pelotas” y no tenía “ninguna credibilidad”, desde el punto de vista de sus muchos detractores, especialmente políticos y competidores.
No importaba que las investigaciones de los periodistas del medio destaparan y mantuvieran de actualidad temas como el Gal, la ETA, la OTAN, la Colza… o la corrupción de la época, de Roldán a Bárcenas, pasando por los múltiples chorizos que abundaban entonces, igual que ahora. O que se hicieran seguimientos como el del Crimen de los Urquijo y tantos otros sucesos que impactaron a los españoles.
Interviu fue una de las pocas revistas -por no decir la única- que tuvo protagonismo en el Congreso de los Diputados, en la época en la que PSOE y Alianza Popular debatían sobre la necesidad de que España entrara en la OTAN. Convocado el Referéndum, por Felipe González en 1986, para que los españoles decidieran sobre el tema, Enrique Curiel, a la sazón diputado por Izquierda Unida, enarboló Interviu durante su alocución en el Congreso, para confirmar los datos que aportaba en su intervención y que aparecían publicados en exclusiva por la revista, bajo el título “Los papeles de la OTAN”.
En resumidas cuentas todo eso es ya historia, parte de la cual, el periodista que esto escribe, vivió en primera persona, durante la segunda década de los años 80, del pasado siglo, cuando fue su director. Interviu ha pasado al baúl de los recuerdos como tantas otras publicaciones en papel, porque los tiempos han cambiado que es una barbaridad.
Personalmente creo que esta es una más de las crónicas de muertes anunciadas que conocemos desde que García Márquez escribió la suya en 1981, cuando denominó a su novela con un titular de periódico.
UNA FÓRMULA AGOTADA
Interviu ha muerto, cuarenta y dos años después, por varios motivos: el fundamental, el agotamiento de la fórmula: cuando podemos tener no ya erotismo, sino pornografía en el móvil, la Tablet o el ordenador, los desnudos femeninos en papel ya no levantan… pasiones.
En cuanto a la actual investigación periodística –intoxicación o soplos interesados en muchos casos- , ahora se hace en las televisiones, donde es más caro, pero más rentable, dedicar a los reporteros a buscar información para programas de denuncia o similares.
Otro problema para salir al kiosco, es la carestía del papel y sus problemas de producción, en un mundo ecológico donde la tala de árboles está muy perseguida, mientras las penas para los que queman el bosque son de menor cuantía.
Es decir que, entre el desprestigio de unos, los problemas de producción, el agotamiento de la fórmula y la posible dejadez de los responsables, que no han sabido, o podido, responder a la llamada de las nuevas tecnologías, entre todos la mataron y ella sola, se murió.
Ya no es época de lamentos, ni de nostalgias. El mundo sigue girando y solo nos queda decir ¡ADIÓS!