Romance: Cristiano Ronaldo, por un puñado de euros
Hace poco, el deportista triste era Sergio García, al que la victoria y la futura Ryder le han devuelto la alegría. Cristiano Ronaldo no juega al golf, pero es un crack del GOL que también está triste y por eso merece un romance.
(La imagen de Cristiano Ronaldo es del archivo de Wikimedia Commons).
ROMANCE: POR UN PUÑADO DE EUROS
Hace varias semanas (ver el apartado Rimas de esta misma página web) Basilio Rogado escribió un romance sobre la tristeza del golfista Sergio García, que le llevaba dando tumbos de un lado para otro durante toda la temporada. Sergio, madridista de pro, imagino que sabrá ya que es lo que le ha producido a Cristiano Ronaldo la tristeza que le invade. Por si no conoce la razón, en este romance se dan algunas pistas.
I
¿Con cuántos millones más
sonreiría a la afición
ese cretino de blanco
Cristiano que es de nación,
portugués de nacimiento
y por euros, español?
¿Cómo puede estar tan triste
ese mago del balón
que gana cada semana
mucho más que un ruin millón?
Nadie duda que Ronaldo
nacido para campeón,
es todo un gran futbolista,
pero le falta un hervor
ya que, como ser humano,
ejemplo de presunción,
es soberbio, vanidoso
y un poquito perantón
-y que conste que es con “erre”
y no con la “de” de don-.
II
Claro que el susodicho
sale clavado al patrón
que su jefe don Mourinho
sigue con cada actuación.
¡Qué no se siente querido!
asegura, sin pudor,
aquel que a final de mes
se gana pan y jamón.
Claro que por lo que corre,
por darle fuerte al balón
y por meter muchos goles
fruto de esfuerzo y sudor
debería ganar el doble,
según piensa su mentor
que con aumento de sueldo
tendría más comisión,
lo que nunca viene mal,
aunque ya cobre un montón.
III
El rácano de Florentino
que no ve televisión
aún no se ha enterado
del tremendo subidón
que experimentan los precios
al volver de vacación.
Con la subida del IVA
y mayor tributación,
A Cristiano no le llega
para pagar el pastón
que le cuestan los cochazos,
el chalé y la subvención
que con generosidad,
altruismo y devoción
reparte entre los banqueros
para evitar la inflación
y el rescate que de Europa
nos llega sin remisión.
IV
Pero no solo el dinero
tiene triste al jugador.
Parece que se ha enfadado
porque el Premio al Mejor
Futbolista del momento
no se lo han dado al “Señor”
sino a un joven de Albacete,
Iniesta por alusión
y de nombre don Andrés,
deportista emprendedor,
que ha llevado a Fuentealbilla,
vino y denominación,
da trabajo a los paisanos
y goza de admiración.
Iniesta sí que es querido,
y que lo diga la afición.
Además de meter goles
es humilde y bonachón
y se merece ese Premio
igual que el otro anterior
que se lo dieron a Messi,
también del Barça, interior.
V
Y por eso está enfadado
nuestro ilustre encantador
de serpientes venenosas,
celoso de profesión,
al que, además de los euros,
hay que darle comprensión:
mimos y monerías
que espera con delectación
el Cristiano de la historia
que se convierte en bufón
cuando con su solo arte
puede ser el campeón
que necesita el Madrid
y no tiene imitación.
Pero el duende de los celos
que anida en su corazón,
ora Messi, ora Falcao,
ora Iniesta, ora pro nos,
se le ha vuelto a aparecer.
VI
Cristiano, el guapetón,
sin el menor embarazo,
al espejo preguntó,
igual que la bruja mala
de la infantil narración:
¡oh espejito, espejito!
dímelo tú por favor:
¿Hay alguien en este mundo
que sea mejor que YO?
Y el espejo muy ufano
con la verdad respondió:
tú antes eras el primero,
ahora el primero, soy YO.