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Sergio García terminó The Players con más pena que gloria. En el último hoyo, el 72, firmó un triple bogey para presentar una tarjeta de 76 golpes y acabar penúltimo, en el puesto 70. El español culminaba, al par, uno de los peores torneos de su vida, tras haber pasado el corte, y ser líder destacado después de los dieciseis primeros hoyos en la jornada inicial.
Tan solo quedó detrás de él, el inglés Ross Fisher que con +1, terminó con el dudoso honor de llevarse el farolillo rojo.
Sergio (68, 69, 75 y 76) iba muy bien encaminado en la jornada inicial, el jueves 10. Llevaba una tarjeta con -7, pero se encontró con el hoyo 17. Desde luego puede culpar al famoso par 3 del hoyo 17 isleño, de su descalabro -doble bogey- en la primera ronda, tras mandar la bola al agua, y bogey en la segunda -al irse al bunker de salida-. Esos dos fallos y, sobre todo, sus tres golpes sobre el par 72 del campo, en la tercera ronda, le costó no poder estar en la última ronda luchando por el triunfo. Luego, los cuatro golpes sobre el par 72 del TPC Sawgrass, en Ponte Vedra Beach, Florida, le han dejado en tan mal lugar como es la penúltima plaza en un torneo que el castellonense ha ganado una vez y en el que ha sido top ten en varias ocasiones.
SERGIO GARCÍA SE AHOGÓ EN EL 17
Como queda apuntado, la noticia de la jornada del jueves 10 de mayo fue el «baño forzoso» de Sergio García. Llevaba cinco birdies seguidos, del hoyo 8 al 12. Con otro birdie en el quince, Sergio se preparaba para firmar un «vueltón», en la primera ronda de The Players, el torneo en el que ya ha ganado una vez y al que le ha hecho un montón de top ten.
Pero… y ahí está el pero… Llegó el hoyo 17, el emblemático par tres del que los lectores de golfinone tienen notica esta semana. El par tres en isla, de solo 124 metros, fue el calvario de muchos jugadores el primer día en el TPC Sawgrass, en Ponte Vedra Beach, Florida.
Siete golpes bajo par llevaba el español cuando llegó al tee del 17. A los cinco birdies que había hecho del 8 al 12 y al del quince, debían unirse los de los hoyos 4 y 6, para descontar un solo bogey, en el 4.
Pero… y ahí está el pero de nuevo. La bandera corta en el green isleño hacía muy complicado jugar cerca del hoyo, y por un pelo, solo por un pelo-no pero, pelo- la bola de Sergio se quedó corta y fue a parar al lago; se «ahogó», en una palabra. Un cinco como final poco feliz para el castellonense, que firmó otro bogey en el 18, par 4, producto, como es lógico de la frustración del 17.
Una frustración que le llevó a dejarse ir, sobre todo durante el fin de sermana. Naturalmente no le va a servir de consuelo pensar que Tiger Woods, el otrora gran Tiger que quiere volver por sus fueros, también se fue al agua y firmó un cinco en el dichoso hoyo 17. No habría ganado, pero un par le habría servido al antiguo número 1, para acabar quinto en The Players, lo cual no hubiera sido ninguna tontería.