TRES ABUELOS, TRES GLORIAS
por Basilio Rogado
I
Tres, los abuelos eran tres
pero antes, cuatro fueron.
Arnold marchó hace tres años
y todos los que lo vieron
asombrados se quedaban
cuando admiraban su juego.
Tom Watson, el sustituto,
que regresó por sus fueros,
le ofreció el pasado año,
su victoria en el torneo;
de pares tres, por supuesto,
pero no menos trofeo.
Jack Nicklaus y Gary Player
siguen dándose un paseo
con su nuevo compañero,
por esos campos de Augusta:
verde, verde, que te quiero.
II
Tres, los abuelos eran tres
pero cuatro mosqueteros.
Con un nuevo D’Artagnan
que ya quedó el primero
en los pares tres de Augusta,
que no son ningún camelo.
Tres por siete, veintiuno
todos caídos del cielo.
Este año no han podido,
ninguno de los pioneros
terminar a la cabeza,
aunque antes si lo hicieron.
Que la afición aplauda
al rival de Ballesteros
que ganó el año pasado
y sin quitarse el sombrero.
III
Ocho putts en nueve hoyos,
eso sí fue para verlo:
veterano y tan moderno
golpe a golpe, verso a verso,
metía los putts a distancia
como quien no quiere hacerlo.
Ese triunfo en 2018
en la historia quedó impreso.
Tres eran tres los abuelos
que en Augusta consiguieron
plantar del golf la semilla
para sus futuros nietos.
y hasta hiceron hoyo en uno,
los descendientes eternos.
Son las pirámides nuevas
los hijos se las trajeron.
Con solo seguir los pasos
de estos tres, o cuatro abuelos
ya tendremos el futuro
cargado de grandes sueños.
IV
Un genuino Oso Dorado
y todo un negro caballero,
-aunque ahora va de blanco
por el calor veraniego-
ya tienen a sus espaldas
a un Tom que es el tercero.
Esas tres glorias pasadas
siguen en el candelero
por sus hazañas actuales
a pesar de ser tan viejos.
Más de doscientos, los años,
que suman los interfectos
y doce birdies firmaron
al final de aquel encuentro.
sí, el del pasado año,
que olvidar ya no quisieron.
La victoria y dos top ten
no se compran con dinero
pero dejaron su cuerpo
como un armario ropero.
y V
Ahí los tienen, bien sentados,
esperando su momento.
No están en un asilo,
olvidados de sus deudos,
ni esperan que les atiendan
en la consulta del médico.
Son viejos, pero están sanos,
tienen algunos achaques,
normales en estos tiempos,
más siguen jugando al golf
todavía con acierto.
Tienen en su cabeza
no solo grandes recuerdos:
ya pasan de los setenta
y compiten con esfuerzo.
Por fuera serán mayores,
pero están vivos por dentro
y aunque tienen muchos años
sigue dando gloria verlos.
3 comentarios
Juancho
Basilio:
Otro Romance de Ígel vuelto a firmar por el mosquetero del verso y poeta del golf en mayúsculas.
Un abrazote,
J.
Antonio Pulido
Un acertado romance de esos cuatro mosqueteros que con acierto menciona otro abuelo verdadero
El gran Basilio Rogado , enamorado del golf , como un quinto mosquetero
Óscar García Fernández
Basi, excelente romance!!
Cuatro glorias, ahora tres. Todos abuelos encantadores, que aún continúan jugando muy bien.
Felicidades!!