EL SASTRECILLO VALIENTE
I
Malo es equivocarse,
pero es mucho peor
ponerle paños calientes
a lo que es un claro error.
Todos los golfistas, todos,
hasta un gran jugador
vestido con la Chaqueta,
Verde de todo verdor,
puede, llegado el caso,
echar de tinta, un borrón.
Y lo de Sergio García
no fue mancha, fue manchón:
mandar al agua seguidas
cinco bolas, cinco son,
no se le ocurre a ninguno,
ni al que la manteca asó.
II
Y si el hecho de por sí
no solo es un tropezón,
sino una gran cagada
dicho sea, con perdón,
intentar disimularlo
¡oh que incomprensión!
es echarle leña al fuego
y memes de ordenador.
Ya figuran en la web,
están en circulación,
chascarrillos virtuales
llenos de imaginación,
con buzos sacando bolas
que al agua lanzadas son.
III
Si malo es equivocarse,
repito la evocación,
peor es empecinarse,
tropezar en otro error.
Dejar el Open España
sin el mejor jugador,
Y por su palmarés lo es
¡sin duda!, el de Castellón,
es un delito golfístico
que no tiene parangón.
Lo mejor de cada casa,
dada su condición,
no solo tiene el deber,
¡qué digo: la obligación!
de acudir cuando le llama
a su lado la afición.
Y si abandonas un barco,
en difícil situación
tendrás problemas futuros,
no ya fruto del rencor
sino de un hecho concreto
que no tiene explicación.
IV
Ya se sabe que don Sergio
elige cada actuación
se lo puede permitir
y no admite imposición.
Está en perfecto derecho,
el mismo que esa afición
a la que desprecia ahora,
sin motivo, ni razón
tendrá cuando, en su día,
es una suposición,
necesite de su ayuda,
de su apoyo y comprensión.
¿Por qué no viene García
en esta buena ocasión?
¿Está Madrid contaminado,
lo está la Federación?
¿Tiene cuitas con Gonzaga
o con la Administración?
¿O serán los periodistas
-canallesca institución-
los que le hayan obligado
a tomar su decisión?
Será que el Open de España,
que en secreto se tramó.
ni hubo rueda de prensa,
ni Cristo que lo fundó.
Algo tendrá que ocultar
la propia organización.
¿O es que estará cansado
De su acuática inmersión?
V
Tuvo dos días de descanso
y el domingo trabajó,
pero no fue suficiente,
no quiso tomar su avión
para llegar sin fatiga
al país donde nació.
Tuvo que hacerle de sastre
al gordito ganador;
hubo cambio de Chaqueta
Verde de todo verdor.
Si el sastrecillo valiente
siete de un golpe mató,
moscas, que no gigantes
y a todo el mundo engañó,
Sergio con cinco golpes
cinco -dijo-, a cuál mejor,
firmó un trece en un par cinco.
Todo un récord. ¡Sí señor!
Un comentario
Ricardo Martinez
Este romance tan bueno, cual se dice a todo honor, logrará ser aplaudido con la malta el «Cazador».
Con tantas bolas al agua, no hay pato que se resista, por eso será mejor que lo quiten de mi vista.
Que te pasa Sergio mío, que hasta mi amigo Basilio se hace la picha un lio.
Amigo Sergio García; si piensas en el mañana, apuntate al Open de España. !!una, grande y libre….me Dios!!.