ROMANCE DE DON RORY (otrora Rociíto)
La llegada a la cumbre del golf es un buen motivo para que Basilio Rogado le escriba un nuevo romance a Rory McIlroy, ganador de tres grandes torneos -dos Majors y un WGC- de manera consecutiva.
ROMANCE DE DON RORY
(otrora Rociíto)
I
Como un sosias redivivo
del moreno triunfador,
don Rory subió a los cielos
del escalafón del golf.
No fue una su victoria,
ni siquiera fueron dos:
por tres veces el muchacho,
al pódium del golf subió.
Primero un Grande, The Open,
luego del mundo, un mayor,
y otro Major, por último,
el jovencito ganó.
Uno tras otro vencía,
sin pausa, ni concesión
a todo aquel que viniera
de su liderato en pos.
II
Le llamaron Rociíto
los del equipo español,
porque con sus bellos rizos,
sus ojos de admiración,
con su rostro de amapola
y su gesto respingón,
a la hija de Rocío
se parecía un montón.
Ahora le dicen don Rory
con cierta estupefacción,
pues el chaval escondía,
un pedazo talentón,
tras su carita manola.
III
Hecho todo un mocetón,
no esconde bajo la gorra,
porque no tiene razón,
el su pelo de escarola
que un buen día se cortó.
Y a pesar de su rapado,
en Sansón se convirtió
-así se escribe la historia
todo es pura confusión-
y le enseña la matrícula
al mismísimo Watsón.
(Perdone usted, Mister Bubba,
la ligera concesión,
por ponerle a su apellido
un acentito en la ó).
IV
A Tiger quiso imitar
y en galán conquistador
se convirtió un buen día.
Entregó su corazón
nada menos que a Wozniacki,
tenista en todo esplendor.
¿Sería fiel el jovenzuelo,
o sería del día una flor?
¿Tendría novia para siempre,
o apagaría su ardor
buscando otras compañías
que le supieran mejor?
V
Pero el tiempo transcurría
y lo que fue de sopetón
se convertía poco a poco
en una feliz relación.
Con la guapa deportista
hasta en el Hola posó.
No era una muesca en un palo
-por supuesto, de golf-,
era verdadero amor.
Posaban con risa boba
y no escondían su relación.
Hasta en las redes sociales,
con un selfie y un bombón,
los novios se relamían
pensando en su situación.
La cosa iba para boda
y acabó con sorpresón.
VI
Cuando el final se anunciaba:
¡ya tenemos nueva unión!,
las tarjetas enviadas,
y formal la invitación,
resultó que era una trola:
cuando el mensaje llegó
rápido como un Aquiles
subido en un avión,
los novios se retractaron
de su otrora decisión.
¡Que no estamos preparados
que nos asusta el follón!,
que una cosa es la pareja,
y sumirse en la pasión,
y otra es el matrimonio
que es una complicación.
Así que están avisados:
la errata en la invitación:
donde dice que una boda
ponía: separación.
VII
Convocada la familia,
¡Ay Dios que problemón!
Vienen parientes de Australia
y hasta un tío de Asunción;
contratada la gramola
y el palacio, un casoplón,
para boda de tronío,
que nunca se celebró.
Devolvieron los regalos
sin dar una explicación
y colorín colorado,
este cuento terminó
cuando aún no había empezado.
VIII
Todo el mundo preguntó:
¿y ahora qué va a pasar?
en el mundo de los dos?
Porque siempre hay mucho lío
después de una secesión.
Pero esta vez fue distinto,
porque cada cual triunfó
por caminos diferentes.
Una a su tenis volvió
y el otro venció en el golf.
y IX
El romance muy salado
en mi juego ha calado,
y el próximo día
te quitaré la alegría.