Rahmbo (-24) «extermina» a sus rivales en Irlanda

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Jon Rahm (-24), en la foto, arrasó en el Open de Irlanda (del Norte) y venció con seis golpes de ventaja, en su segundo torneo en Europa. Rory McIlroy, promotor del torneo, no pasó el corte.

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(En la imagen, bajo estas línea, un aspecto del hoyo 7 del Portstewart G.C. en Londonderry, en la zona más septentrional de Irlanda del Norte).

 

 

 

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Jon Rahm (-24) arrasó, el domingo 9 de julio, en el Open de Irlanda (del Norte) y venció con seis golpes de ventaja, en su segundo torneo en Europa. Rory McIlroy, promotor del torneo, no pasó el corte. La segunda posición fue para el escocés Rihie Ramsay y el inglés Matthew Southgate, que acabaron (-18) empatados en la segunda posición.

El español (65, 67, 65 y 65) salía en el partido estelar, empatado (-17) con el norteamericano, de origen asiático, Daniel Im, en la última ronda de este Dubai Dutty Free Irish Open hosted by the Rory Foundation, que se ha disputado en el Portstewart G.C. (par 72), en Londonderry, al norte de Irlanda del Norte, en una jornada en la que pronto se destacó de todos sus rivales. En un día lluvioso sobre la zona más septentrional del Ulster, aunque sin el viento característico del lugar, que no apareció a lo largo de las cuatro jornadas de la prueba, Jon se despegó pronto, con un eagle desde 136 metros, bajo la lluvia, en el hoyo 4, par 5. Nadie hubiera dicho que con la salida del jugador, que se fue al mojado rough del campo, y tras dar un segundo golpe a calle, de colocación, su tercero fuera tan maravilloso que la bola se introdujo en el hoyo en medio del delirio de los aficionados irlandeses (del Norte).

A partir de ahí, el delirio: cuatro birdies consecutivos en los hoyos 7, 8, 9 y 10, y otro en el 17, salpicados con la absurda polémica de si su bola en el green del hoyo seis, marcada al lado de la de Im porque le estorbaba al norteamericano para embocar un putt de 30 centímetros, fue repuesta en el mismo lugar en el que estaba, o una millonésima parte de un milímetro antes o después del lugar de reposo. Los árbitros, después de mucho cavilar, decidieron  no penalizar al jugador, aunque en la salida del hoyo 13, uno de los árbitros principales, Andy McFee, se dirigió al español para pedirle su opinión.

Aunque la conversación con el árbitro y los dos rulings que tuvo que solicitar Jon en ese mismo hoyo 13, el primer par 5 de la segunda parte del recorrido, le impidieron, casi con toda seguridad, firmar otro birdie en ese hoyo, la explicación de McFee no pudo ser más convincente: «en el European Tour estamos convencidos de que en el espíritu de las reglas de golf debe prevalecer la opinión razonable del jugador sobre las imágenes. Es posible que no la haya repuesto en el mismo sitio que estaba, pero la diferencia es mínima. Él la ha puesto a las once y debía haberlo hecho a las 10. Entre medias, ha tenido que mover la marca con una cabeza de putter grande y eso también puede confundir un poco. Por eso no hay penalidad”. Al menos hay algún sitio en el que se confía en la palabra de los protagonistas… De ahí que el golf sea un deporte de caballeros, aunque entre los aficionados haya algunos que aún no se han enterado.

El caso es que, ni siquiera una penalidad de dos golpes, ni el fallo de un putt de 30 centímetros en el hoyo 18, debido a las prisas por acabar y recoger el trofeo, hubieran podido cambiar el triunfo de un joven vasco de 22 años, que es el sexto español en ganar un Open de Irlanda, después de los tres de Ballesteros y los de Chema y Sergio, y que ha fulminado todos los records del torneo y se ha convertido en número 3 de la Carrera hacia Dubai, con solo dos torneos jugados en Europa, la semana pasada en París, donde acabó décimo, y esta en Irlanda del Norte, donde ha ganado de manera brillante en el tercer torneo de las Rolex Series, dotado con 7.000.000 $ en premios. Ahora se va a colocar en el top ten mundial y es uno de los claros favoritos para el Open Championship de dentro de dos semanas en el Royal Birkdale, en Inglaterra.

Otra de las conclusiones de la victoria de Jon Rahm, es que no necesita tener a su lado a su manager, Tim Mickelson, el hermano de Phil, al que esta semana ha llevado la bolsa en West Virginia, para ganar un torneo y de la forma más aparatosa posible.

RORY MCILROY FUERA, ANTES DE TIEMPO

Jon, que jugó durante las dos primeras jornadas con Rory McIlroy, arrasó al número 2 del mundo que, a pesar de estar en su propio terreno y apoyado por su público, firmó dos tarjetas de (72, 73) y se quedó (+1) fuera del corte, establecido en -4, el viernes 7 de julio. El gran favorito y promotor del torneo, a través de su fundación se quedó a la friolera de ¡¡¡trece golpes!!! del joven vasco.

SOLO CUATRO, DE DOCE ESPAÑOLES, PASARON EL CORTE

Con Jon Rahm a la cabeza, una docena de españoles, con la lógica ausencia de Sergio García -que tiene su calendario hecho y en lugar de viajar al norte de Irlanda se quedó en Londres para ver ganar a su paisano Roberto Bautista Agut, y a su amigo Rafa Nadal, en Wimbledon-, iniciaron la competición. Y de los doce, solo cuatro pasaron el corte, establecido en -2, y que superaron 64 jugadores.

El segundo de los españoles ha siido Adrián Otaegui, top ten la pasada semana en Francia, que terminó (-12), en el puesto vigésimo, con vueltas de 68, 69 y 68 y 71 golpes; Otaegui se está afirmando entre los sesenta mejores de la Carrera hacia Dubai

Los otros dos hispanos supervivientes del corte, acabaron empatados (-9) en el puesto 42 de la clasificación: el veterano Miguel Ángel Jiménez que, a pesar de su jet lag -ya que llegaba el mismo lunes 3 a Londonderri, después de terminar de jugar el domingo el US Open Senior, en Massachussets- y Eduardo de la Riva fueron fe menos a más durante el torneo.

Los otros ocho españoles que iniciaron el torneo se quedaron sin jugar el fin de semana: Alejandro Cañizares y Pablo Larrazábal (-3) y Rafa Cabrera (-2), lograron vencerle al campo, pero no pasar el corte, y del resto, Chema Olazábal -con su vista puesta ya en el próximo Open Senior-, Nacho Elvira y Jorge Campillo, al par y Pep Anglés (+4) y Álvaro Quirós (+5) hicieron las maletas para dejar Irlanda del Norte.

EL ESPECTÁCULO PREVIO

El verdadero espectáculo del partido estelar del jueves y el viernes, fue un español. Con una primera vuelta de 65 golpes, Rahm, que firmó un eagle, en el hoyo 7, un bogey en el 3 y seis birdies, tres de ellos consecutivos en los hoyos 13, 14 y 15, se ha colocado en una magnífica posición para encarar el fin de semana, a un solo golpe de los colíderes. En la segunda ronda, sus 67 golpes se cimentaron en un eagle, en el hoyo 14, seis birdies y dos bogeys. Rhambo, que cogió su putt y embocó todo lo que quiso, aunque algún green se le resistió, es claro favorito para la lucha por el triunfo, y más después de sus cinco golpes bajo par en la tercera ronda.

Claro que todo dependerá de cómo se comporte el viento el domingo en el links norirlandés. Hasta ahora, por lo pronto, el campo se presentó «fácil», con los greenes blandos y receptivos y sin nada de viento, que es lo que complica los recorridos como el de Portstewart, no demasiado largo y con cuatro pares cinco, donde los jugadores pueden hacer muchos birdies. De los 156 jugadores que empezaron el torneo, 104 consiguieron ganarle al campo en las dos primeras rondas, aunque de ellos, solo 65 lograron pasar el corte, establecido, como queda dicho al principio, en-4.

 

UN TORNEO CON MEJOR PLANTEL QUE EL OPEN DE FRANCIA

Este torneo, se disputa (6 – 9 julio) con 7.000.000 $ en premios y con un plantel de jugadores superior al pasado Open de Francia. Para empezar, el Dubai Dutty Free Irish Open hosted by the Rory Foundation, que es como se apellida este Open de Irlanda, no se celebra en la República de Irlanda (Eire), sino en Londonderry, en el condado de Derry, uno de los seis que tiene el Norte de Irlanda y que pertenece, al menos en teoría, al Reino Unido. Es decir que -vuelvo a la teoría- esta es una prueba que debería denominarse Open de Irlanda del Norte. Pero como los británicos son muy suyos, los de Irlanda del Norte también tienen su Brexit particular y son más irlandeses que nadie y menos británicos que las Islas adyacentes.

El caso es que en Irlanda del Norte, con Rory como huésped -ya se sabe que huésped es tanto el que se aloja, como el que aloja a alguien- este torneo es el tercero de los que entran en la denominada Rolex Series, que tienen como premio 7.000.000 $. Una vez más, el European Tour se olvida de los euros y, lo que es peor, de las libras, que son realmente las que se utilizan en el Reino Unido; es curioso que todos los premios menores se cuentan en euros, y los grandes, como estos de las Rolex Series, lo hacen en dólares… ¡si Sherlock levantara la cabeza!

Desde luego, si miramos los nombres de los jugadores que estaban en el tee de salida del Porstewart G.C. de Londonderry, comprendemos que son los británicos los que mandan en el golf europeo. Para los 7.000.000 € del Open de Francia, solo había un jugador entre los diez primeros del ranking mundial, el sueco Alex Noren, octavo, y otro que estaba a las puertas del top ten. Jon Rahm. Y eso que se jugaba en el campo de la Ryder 2018.

Sin embargo, para Irlanda del Norte había tres jugadores entre los diez primeros: Rory (número 2); Matsuyama (4) y Rahm, al que colocan como número diez -aunque realmente figura como el once del mundo-, por delante de Justin Rose, que también está en Irlanda. Precisamente esos tres citados top  ten del ranking mundial, McIlroy, Matsuyama y Rahm, jugaron juntos en las dos primeras rondas.

En esta prueba participan once jugadores que se encuentran entre los cincuenta mejores del ranking mundial, lo que tampoco es para tanto, ya que el resto prefiere seguir jugando en los Estados Unidos, a pesar de esos jugosos 7.000.000 $ en premios.

 

 

 

 

 

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