Aunque el norteamericano Ricky Barnes salió el lunes, empatado con su compatriota Lucas Glover, con siete golpes bajo par, solo Glover (69, 64, 70, 73) pudo mantener su ventaja al final de la jornada añadida del lunes y conquistar (-4) el U.S. Open 2009, con una ventaja de dos golpes sobre sus tres inmediatos seguidores: Phil Mickelson, David Duval y el citado Ricky Barnes.
La flauta, que le había sonado a Ricky durante la segunda vuelta, en la que hizo cinco birdies y que le siguió sonando en la tercera jornada, dejó de emitir sonidos en la mañana del lunes, en la jornada decisiva, en la que Barnes, hijo de un jugador de la NFL, la National Football League de los Estados Unidos, igual que Glover, firmó una tarjeta final de 76 golpes, seis sobre el campo público de Bethpage State, a 30 millas de la isla de Mannhatan, el corazón de Nueva York.
Esos seis golpes de más el último día de competición le han dejado relegado al puesto segundo, empatado con Phil Mickelson, que perdió sus posibilidades en los hoyos 15 y 17 y David Duval, un resucitado jugador que desde 2001 y después de una victoria en el Open Británico, se había perdido, por motivos personales y profesionales, para el golf.
Lucas Glover aprovechó la debilidad de sus rivales y salió al tee del 18 con dos golpes de ventaja, lo que fue suficiente teniendo en cuenta que el hoyo 18 de Bethpage State fue una madre, no solo para el ganador, sino para el resto de los jugadores.
Glover salió del 18 con un hierro seis y dejó la bola a la derecha de la calle, justo a la altura del grupo de bunkers que dificultan relativamente el golpe de salida. Y digo relativamente, porque con un buen drive, como hizo Barnes, su compañero de partido, se sobrepasan los bunkers sin ninguna dificultad.
Pero Glover no solo aseguró la calle, sino que con un hierro ocho se pasó de bandera, pero dejó la bola en green, lejos del hoyo pero sin dificultades para dos putts.
Y embocó claro. Y se abrazó, primero con su mujer, que sudó más que él y luego con sus padres.
Y su trabajo le costó, después de las inundaciones del lunes, que obligaron a suspender la jornada y de las lluvias posteriores que no cesaron de parar el juego. Pero ha sido un justo vencedor, en un campo, con greenes receptivos, por la lluvia caída, pero que no se ha dejado ganar nada más que por cinco jugadores: los citados Glover (-4) y Barnes (-2), amén de Mickelson y Duval (-2), y Ross Fischer (-1), el primer europeo y quinto de los que han podido vencer al campo. Lo curioso es que, todo lo difícil que era este campo público neoyorquino, lo tenía de fácil el hoyo 18, impropio de un final, no ya de Grande, sino de cualquier torneo del Circuito. El dieciocho es un par 4 de 370 metros a cuyo green se puede llegar con un hierro seis y un hierro nueve. Y así, sin más, el 18 se convierte en un putting green algo distinguido. Y eso que la bandera estaba al principio del green y era difícil dejar la bola cerca, aunque lloviera tanto como ha llovido. Cuando Glover superó el hoyo 17, un par 3 en el que era difícil dejar la bola en green y el futuro ganador lo hizo, ya estaba todo escrito.
La sexta posición fue para Tiger Woods (74, 69, 68 y 69) que no pudo levantar la losa de cuatro golpes sobre el par del primer día. Tiger empató, al par, con Soren Hansen, y Hunter Mahan.
En novena posición, ya con un golpe sobre el par, Henrik Stenson y décimo fue Sergio García (70, 70, 72 y 70), con un total de +2, muy regular toda la semana, pero sin el punto de brillantez necesario para estar luchando por el título. Con Sergio empataron Rory McIlroy -muy bueno su torneo, como el de Ross Fisher-, Mike Wier y otros tres jugadores.
Lucas Glover ha dado un salto cualitativo en su carrera, ya que solo había ganado un torneo del Circuito Norteamericano, en 2005, el Funai Classic, en Walt Disney World Resort.
Esta temporada ha jugado 14 torneos y solo ha fallado tres cortes. El jugador nacido en Greenville, South Caroline, tiene 30 años y ocupaba el puesto 75 del mundo y figuraba el 26 en el ranking de la FedEx Cup.
El lunes 22 de junio le ha cambiado la vida.
Clasificación final Open USA 2009
1º. Lucas Glover (USA) 69 64 70 73 (-4)
2º. Phil Mickelson (USA) 69 70 69 70 (-2)
= David Duval (USA) 67 70 70 71 (-2)
= Ricky Barnes (USA) 67 65 70 76 (-2)
5º. Ross Fisher (ING) 70 68 69 72 (-1)
6º.Tiger Woods (USA) 74 69 68 69 (PAR)
= Soren Hansen (SUE) 70 71 70 69 (PAR)
= Hunter Mahan (USA) 72 68 68 72 (PAR)
9º. Henrik Stenson (SUE) 73 70 70 68 (+1)
10º. Sergio García (ESP) 70 70 72 70 (+2)
Crónica del domingo 21 de junio de 2009
Tal y como estaba previsto, El U.S. Open 09 concluyó el sábado la segunda jornada, suspendida por la lluvia el primer día, y este domingo 21 de junio se jugarán, si el tiempo no lo impide, ya que las nubes siguen sobrevolando Nueva York, las dos jornadas que restan. Si no se puede acabar hoy, que ya parece claro que no se podrá, nos iremos al lunes por la mañana para que, en un caso de empate hipotético, en el que fuera necesario el play off que, como se sabe se juega a 18 hoyos al día siguiente de finalizar y que, en este caso, se jugaría en la tarde del lunes… Todo esto, por supuesto, si la lluvia cesa de caer, porque si no, el US Open podría hasta terminar el martes…
Lo mejor es que los aficionados tienen más días de golf por delante; lo peor, es que no podrán disfrutar del juego de los favoritos y, por supuesto, de cuatro de los cinco españoles que participaban en esta edición del segundo Grande del año, porque ninguno de ellos, como ya presagiábamos ayer por los resultados que se registraron, ha pasado el corte, que se estableció en +4.
Solo Sergio García, que al final es el más Grande de los golfistas españoles, estará en la lucha gracias a sus dos tarjetas de 70 golpes, que le mantienen al par del campo de Bethpate State, en Farmington, a 30 millas de Mannhatan, en el puesto 17.
Del resto, Miguel Ángel Jiménez se quedó a las puertas con +5; Álvaro Quirós, con +6, José Manuel Lara (+7) y Gonzalo Fernández Castaño (+8). Otro año será.
Quien tendrá que esperar otro año, posiblemente, es Tiger Woods. Aunque pasó el corte con ciertas dificultades, en el puesto 34, con 3 golpes sobre el par, y se encuentra a 11 golpes del líder Ricky Barnes, que ha conseguido rebajarle ocho golpes al par del campo en dos días, a Tiger nunca hay que darle por vencido; pero once golpes son muchos golpes. La ventaja es que son solo tres jugadores los que están a tanta distancia: el líder Barnes, con -8; otro norteamericano, Lucas Glover (-7) y un canadiense, Mike Weir (-6), que es el que más miedo da porque ya sabe lo que es ganar un Grande.
Es curioso que entre los diez primeros haya dos canadienses, Mike Weir, en la tercera posición y Nick Taylor empatado en la séptima (-2)
Y es que en la cuarta posición, con tres golpes menos, se encuentran David Duval, que quiere volver por sus fueros, el japonés Azuma Yano y el sueco Peter Hanson. Y ya la distancia no es tanta para Tiger porque son solo seis golpes de diferencia y treinta y seis hoyos por jugar, en un solo día, si la naturaleza lo permite.
Mickelson lo tiene mejor, aunque no mucho, porque con sus dos vueltas de 69 y 70, es el duodécimo, con uno bajo par y a solo siete golpes de Barnes. Así que si en esta que es la 109 edición del US Open, no ocurre un milagro golfístico como el de la gran remontada de Lou Graham, el año 1975, el número 1 del mundo se quedará sin poder aumentar su vitrina con el US Open 09.
Clasificación (después de la segunda jornada)
1º. Ricky Barnes (USA) 67 65 (-8)
2º. Lucas Glover (USA) 69 64 (-7)
3º. Mike Weir (CAN) 64 70 (-6)
4º. Azuma Yano (JAP) 72 65 (-3)
5º. David Duval (USA) 67 70 (-3)
6º. Peter Hanson (SUE ) 66 71 (-3)
7º. Nick Taylor (CAN) 73 65 (-2)
8º. Sean O’Hair (USA) 69 69 (-2)
9º. Ross Fisher (ING) 70 68 (-2)
10º. Todd Hamilton (USA) 67 71 (-2)
16º. Sergio García (ESP) 70 70 (PAR)
No pasaron el corte:
61º. Miguel Ángel Jiménez 77 68 (+5)
72º. Álvaro Quirós 73 73 (+6)
92º. José Manuel Lara 77 70 (+7)
108º. Gonzalo F-Castaño 75 73 (+8)
(Crónica del viernes 19 de junio de 2009)
Lucas Glover, el norteamericano que se hinchó a hacer birdies en la oscuridad, antes de que se suspendiera la segunda jornada por falta de luz, es el líder del U.S. Open 09 que se disputa -el jueves se suspendió por la lluvia y el fin de semana no apunta buenas maneras en cuanto a la caída del agua se refiere, en el campo público norteamericano de en Bethpage State Park, en Farmington, a las afueras de Nueva York. Glover lleva una tarjeta de seis bajo el par del campo, con cinco birdies en los últimos hoyos jugados y en la mañana del sábado tendrá que revalidar su juego del viernes a última hora.
El viernes 19 amaneció tranquilo, sin viento y con sol, y gracias al respiro que dieron los meteorólogos se pudo terminar la primera jornada, suspendida el jueves e iniciar la segunda, aunque para hoy sábado quedan muchos partidos por finalizar e, incluso, por salir al tee del uno. Uno de esos partidos es el de Sergio García, que terminó al par 70 del campo, que con los greenes muy receptivos se dejó hacer muchos birdies. Sergio, por ejemplo, remontó el viernes bajo el sol los cuatro golpes de más que se llevó a la Casa Club el jueves, en medio del aguacero. De esta manera, el de Castellón, que jugó muy bien, como queda dicho, no solo de tee a green, sino con el putt, que es su calvario permanente, está en condiciones de pasar el corte que está en +4.
Del resto de los españoles no se puede decir que tengan muchas posibilidades. Gonzalo Fernández Castaño está en la segunda vuelta, con cinco golpes sobre par y le quedan solo cuatro hoyos para hacer un birdie y entrar en la siguiente ronda. Peor lo tiene Álvaro Quirós, con cinco hoyos por juguar y con seis golpes sobre el par. Y ya con menos posibilidades, Miguel Ángel Jiménez y José Manuel Lara, víctimas del aguacero del primer día que les dejó +7 y con no demasiadas posibilidades de seguir en liza.
(Crónica del primer día (jueves 18) del OPEN USA)
Tanta expectación y, al final, la lluvia desbarató todos los planes. Estaba previsto, pero nadie pensaba que, a 30 millas de Nueva York,
en Bethpage State Park, la Meca de los campos públicos de golf, en cuyo “Recorrido Negro” se juega este año, como en 2002, el Abierto de los Estados Unidos, iba a caer tanto como si no hubiera llovido nunca a 30 millas de Maniatan.
Y eso ocurrió, el segundo Grande del Año, después del Masters de Augusta, cronológicamente habando, aunque hay muchos -sobre todo británicos- que piensan que es el segundo en importancia, después del Open por antonomasia, que es el British, tuvo que suspenderse cuando estaban en un campo injugable 78 jugadores y solo dos partidos habían llegado hasta el hoyo 11 -unos por el tee del uno y otros por el tee del 10-.
Pero, a pesar de los 60 litros caídos desde primeras horas de la mañana sobre Farmingdale, donde está situado el enorme parque municipal donde se juega -es un decir- el U.S. Open 2009, entre los cuatro líderes se encuentra el norteamericano Jeff Brehaut, que salió en el equipo más madrugador y que pudo llegar hasta el hoyo 11. Brehaut y otros tres jugadores más, son los únicos que le han ganado al campo en los pocos hoyos disputados. Con un golpe bajo par acompañan a Brehaut, otro compatriota, Ryan Spears, que solo jugó tres hoyos, igual que el canadiense Andrew Parr y el sueco Johan Edfors, que llegó al hoyo 4.
Esos cuatro valientes que, jugando bajo la lluvia, están en números rojos, son los únicos, porque a partir de la quinta plaza, ya vienen los que están al par, como Ángel Cabrera y los que, como Tiger Woods y otros 28 mojados más, empatan en el puesto 12, con un golpe sobre el difícil par 70 del campo.
Tiger y Cabrera se fueron desde el hoyo seis a ponerse a cubierto cuando sonó la sirena. Con ellos compartía partido Padraig Harrington, que llevaba cuatro golpes más y figuraba en la posición 62.
De los cinco españoles, solo dos se mojaron, uno más que otro, claro. El partido de José Manuel Lara, que salió a las 07.22, hora de Nueva York, seis horas menos que en la península Ibérica, como saben, llegó al hoyo 10 y el valenciano se ha salvado de la quema -o mejor, de ahogarse-, porque solo estaba +3. Peor lo tenía David Horsey, que iba en el partido de Lara y del norteamericano John Mallinger. El inglés ha llegado al hoyo 10, con diez golpes sobre el par y en el puesto 78 y último, ya que no había más jugadores en el campo cuando se suspendió el torneo. Horsey no ha firmado una tarjeta llena de bogeys, como habría sido lo normal en un amateur, sino que se hizo dos triples bogeys y solamente tres pares.
Miguel Ángel Jiménez también tuvo que mojarse hasta el hoyo 4, para un total de +2. Con él jugaban dos argentinos, los Romero, que ni son de la Puebla, ni parientes, pero que terminaron con distintas sensaciones: mientras Andrés está +1, Eduardo es de los últimos, con +7.
Phil Mickelson no llegó a salir, pero ha asegurado a los periodistas que sí que está motivado porque Amy, su mujer, “quiere que le lleve el trofeo al hospital”, donde se le está tratando un cáncer de mama que se le descubrió recientemente. Ha dicho Phil que a partir del primero de julio se tomará unas vacaciones caribeñas con su familia, lo que deja en el aire su participación en el British a mediados de julio en Turnberry.
Los otros tres españoles en liza, Gonzalo Fernández Castaño, que está encantado porque le han mantenido el apellido entero y, además, le han puesto tilde a la eñe de Castaño, Álvaro Quirós y Sergio García tendrán que estar dispuestos, a partir de las siete y media de la mañana, para continuar o empezar la jornada número 1 y, después, si el tiempo no lo impide, como se decía en los carteles taurinos, continuar con la segunda.
Lo malo es que en los últimos 40 días, treinta ha llovido sin parar sobre Nueva York. Las calles de Bethpage están hechas una ruina y mucho habrá que trabajar para dejar los bunkers y los greenes en condiciones de jugar un Grande. Eso es lo malo; lo peor es que los pronósticos del tiempo sobre Farmingdale es que el viernes no va a llover, pero el resto del fin de semana, sí. Es posible que haya que llegar hasta el lunes y, en caso de desempate, jugar el martes, porque como es sabido, el desempate en el Open USA se hace al día siguiente de finalizar las cuatro vueltas ordinarias del torneo.
(Crónica previa al OPEN USA)
El Open USA, el segundo grande de la temporada, si nos fiamos del calendario, se juega esta semana, del 18 al 21 de junio en Bethpage State Park, considerado como La Meca de los campos públicos, ya que es un enorme parque público donde se practica no solo el golf, sino el tenis, se hacen rutas de senderismo y a caballo y cuenta con numerosas áreas de picnic para solaz de los neoyorquinos. Desde este mes de junio hasta octubre, también se celebran partidos de polo.
Pero, sobre todo, es la Meca del golf, porque cuenta con cinco campos de 18 hoyos, incluido el Recorrido Negro, donde se jugó el Abierto de los Estados Unidos en 2002 y donde se va a volver a celebrar este año 2009.
Este Parque Estatal de Bethpage se construyó, a principio de los años 30 del siglo pasado, en una finca propiedad de la familia Yoakum, que lo alquiló a la empresa Lenox Hills Corporation que, posteriormente construyó el Lenox Hills Country Club. Con el tiempo, el campo original se modificó y se convirtió en el Recorrido Verde, al que se añadieron otros campos (Negro, Rojo y Azul), diseñados por el entonces famoso arquitecto AW AW Tillinghast.
Debido a la creciente demanda de golf, en 1958 se inauguró un nuevo recorrido, el Amarillo, diseñado por Alfred Tull. Alrededor de 300.000 greenfes se venden en los cinco campos de este enorme parque llamado Bethpage.
El recorrido negro (Black Course) de Bethpage, situado en la localidad de Formingdale, a treinta millas, como queda dicho, del centro de Nueva York, es un par 70 de 6.700 metros, con solo dos pares cinco, el 4 y el 13, y con rough que estará muy complicado para los jugadores.
En Nueva York, estarán los mejores. Tiger, por supuesto; Phil Mickelson, que se tomará un descanso al terminar el torneo para dedicarse a su mujer, a la que operarán de cáncer de mama a primeros de julio, por lo que es dudosa su participación en el British Open, de mediados del mes próximo y todas las grandes figuras del golf mundial.
Para España es todo un acontecimiento este Open USA, ya que, por primera vez en la historia hay cinco españoles que estarán en el tee de salida: Sergio García, que llega con problemas de putt, como casi siempre y que no ha pasado el corte la semana pasada en Memphis, en el St Jude Classic; Miguel Ángel Jiménez, impredecible y siempre con posibilidades para hacer un top ten; Gonzalo Fernández Castaño, en busca de una buena posición que le permita soñar con los Estados Unidos; Álvaro Quirós, la gran esperanza del Sur y José Manuel Lara, clasificado en las difíciles previas y que este año da una de cal y otra de arena.
Para ellos, toda la suerte del mundo. El próximo jueves día 18 estarán en el tee de salida: A las 07.22, José Manuel Lara con el inglés David Horsey y el norteamericano John Mallinger. A las 08.17, Miguel Ángel Jiménez con los argentinos Andrés y Eduardo Romero, para que se entiendan bien. A las 12.52, Gonzalo Fernández Castaño jugará con los norteamericanos Brainy Baird y J. J. Henry. A las 13.14, Álvaro Quirós tendrá como compañeros de viaje para jueves y viernes, a otros dos norteamericanos, J.B. Holmes y Nick Watney. A la 13.25, Sergio García, con Camilo Villegas, el colombiano y con el australiano Adam Scott.
En cuanto a TigerWoods, saldrá el jueves a las 08.06, con otros dos ganadores de Grandes: Ángel Cabrera y Padraig Harrington. Phil Mickelson lo hará a las 13.36, con dos sudafricanos que no están en su mejor momento pero que, como siempre pasa en golf, no se pueden descartar para la victoria final, Ernie Els y Retief Goosen.