Jon Rahm sigue líder mundial y se enfrenta al «Efecto margarita» en The Players. (Ovillejos)
Jon Rahm, en la imagen de archivo, sigue líder del ranking mundial, a pesar de su tropiezo en el Arnold Palmer. Ahora se le espera en The Players y Basilio Rogado le recibe con dos ovillejos.

La victoria de Kurt Kitayama en el Arnold Palmer Invitational, permitió, gracias a que Rory McIlroy quedó segundo, empatado con Harris English, que Jon Rahm siguiera siendo líder del ranking mundial de golf. Es más, el norirlandés continúa tercero, tras el norteamericano Scottie Scheffler.
A la espera de lo que suceda en The Players, en Ponte Vedra Beach, esta misma semana (9-12) los puestos de cabeza siguen como antes del torneo de Bay Hill. El espectáculo vuelve a estar servido y, si hacemos caso del «Efecto margarita», esta vez Jon jugará de otra manera.
El “Efecto margarita” -un día sí, otro no; un hoyo sí, otro no; un putt si, otro no… y así hasta deshojar completamente la margarita del “me quiere, no me quiere”- es un concepto ideado por Basilio Rogado que consiste en aplicar al golf, el dilema que se persigue aclarar cuando un enamorado inseguro intenta que la margarita le de una solución a su interrogante amoroso.
En esta ocasión, el “Efecto margarita” tendrá la respuesta a las dudas que puede haber planteado Jon Rahm, entre sus millones de seguidores, tras su actuación la semana pasada en el Arnold Palmer Invitational. Atención a los siguientes ovillejos: «EL EFECTO MARGARITA» y más abajo, «EL ESPAÑOL SIGUE PRIMERO».
«EL EFECTO MARGARITA»
Es un concepto perfecto,
El efecto.
Y quien lo da, no lo quita,
Margarita
¿En el campo aún persiste?
Existe
Alguna vez lo tuviste:
un día sí, el otro, horror
como deshojar la flor.
El Efecto Margarita, existe.
«EL ESPAÑOL SIGUE PRIMERO»
¿Quién sigue con el control?
El español
Y mantiene lo que persigue
Sigue
Aguanta como un guerrero
primero
Jon no estuvo certero
Pero en el ranking mundial
Está en el puesto ideal
El español, sigue primero
ovillejeas a pares.
Ayer no ganó Rahm por un kitameallá esas pajas, del rouhg, claro.