Tragedia en el Open de Madeira: Ian McGregor, caddie de Alastair Forsyth, murió de un infarto
El Open de Madeira, que había sido reducido a 36 hoyos por la niebla, se terminó, a pesar de la muerte de Ian McGregor, caddie de Alastair Forsyth, en el hoyo 9.
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Con fuerte división de opiniones, tras la muerte en el hoyo 9 de Ian McGregor, el caddie del jugador inglés Alastair Forsyth, el Open de Madeira, reducido a 36 hoyos por la niebla que estuvo presente durante toda la semana sobre el campo de golf Santo da Serra, en la isla principal de Madeira, llegó a su término con la victoria, en play off, del inglés Daniel Brooks, sobre el escocés Henry Scott.
Desde el primer momento, el Open de Madeira (8 – 11 mayo) apareció gafado por la niebla, que impidió un desarrollo normal del juego. Con la primera ronda del jueves suspendida, y las siguientes disputadas en diferentes horarios, aplazadas y reanudadas de manera intermitente, la decisión de los responsables del torneo, que dirigía el español José María Zamora, fue la de convertirlo en un torneo de 36 hoyos, y dejar los premios en el 75%, de la dotación total de 600.000 €, en una competición cosancionada por el European Tour y el Challenge Tour.
Pero lo peor estaba por llegar: el domingo 11, en pleno desarrollo de la segunda y última ronda, Ian McGregor, el caddie del jugador inglés Alastair Forsyth, cayó fulminado en plena calle del hoyo 9 y murió, al parecer de un infarto de miocardio de forma inmediata.
Aunque lo más lógico, teniendo en cuenta, además, el problemático desarrollo del torneo, debido a la niebla que estuvo todo el tiempo sobre la isla de Madeira, hubiera sido la suspensión del Open, el director del torneo, después de consultar con la dirección del European Tour y con los jugadores, decidió que el juego debía continuar.
UNA TRAGEDIA EN DIRECTO
Para Alastair Forsyth, la mejor manera de rendir homenaje a su caddie muerto en la calle del hoyo 9, al parecer de un infarto de miocardio, en plena segunda y última jornada del Open de Madeira, era continuar el torneo “tal y como él hubiera querido”.
El jugador inglés, que terminó en el puesto 63 y sus ganancias se vieron reducidas a 1.080 €, explicó que McGregor, que precisamente tenía 63 años, los mismos que la posición que ocupó su jefe al terminar la competición, “se desplomó en el hoyo 9 y murió de manera instantánea”-
El caddie de Forsyth era muy conocido en el mundo de los caddies, por su carácter jovial: “le conocía desde hace quince años; era muy popular en el Tour, donde se le conocía como Zim Mac, por ser natural de Zimbawe.
“Estábamos jugando en el partido con Adam Gee y Tano Goya, explicó Forsyth. Nos reunimos con los responsables del Tour y después de hablar por teléfono con George O’Grady, máximo representante del Tour, el director del torneo, José María Zamora tomó la decisión de continuar adelante con el torneo”.
“Aunque todo el mundo estaba en estado de shock», dijo Forsyth, decidimos seguir en homenaje a McGregor, aunque este es un trauma aque será muy difícil de superar”.
Gerry Byrne, presidente de la Asociación Europea de Caddies aseguró: «todo el mundo en la Asociación Europea de Caddies está conmocionado y profundamente triste por la repentina muerte de nuestro colega muy querido y respetado, Ian McGregor, más conocido como Mac, natural de O Zimbawe. Ian ha estado con el Tour europea durante más de una década y media. En nombre de los miembros ETCA, ofrecemos más sentido pésame a la familia de Ian, especialmente a su hija Carmen y todos sus seres queridos”.
DANIEL BROOKS FUE EL VENCEDOR
igual que en el teatro, como la obra debía continuar, al final hubo un ganador después de terminadas, con tantos problemas, las dos jornadas útiles de este Open de Madeira, de triste recuerdo.
Daniel Brooks y Scott Henry terminaron (-9) empatados y tuvieron que salir a un play off, en el hoyo 18, par 4. Y fue el inglés Brooks, el que con el par del hoyo derrotó al escocés y se hizo con los 75.000 € del primer premio, reducido, como todos los demás, en un 75 % al no haberse jugado las cuatro rondas reglamentarias.
De los once españoles que iniciaron el Open de Madeira, seis pasaron el corte, establecido en +2 y que superaron 75 jugadores. En la tercera posición acabaron Jordi García Pinto -que jugaba las dos primeras teóricas rondas con Alastair Forsyth y su caddie Ian McGregor- y Antonio Hortal, finalizaron en la tercera posición (-6), a solo tres golpes de la cabeza, empatados con el francés Julien Guerrier y el paraguayo Fabrizio Zanotti.
En el puesto 24 terminó Pedro Oriol (-1); el 39 fue Carlos Aguilar, al par 72 del campo; el 52, Jesús Legarrea (+2) y el 60, Agustín Domingo (+3).
Fuera del corte se quedaron Jordi García del Moral, Pablo Martín Benavides, invitado por la organización, Juan Antonio Rodríguez Martín, profesional en Quinta da Marinha, Álvaro Velasco y José Manuel Lara, que firmó una tarjeta de 83 golpes, once sobre el par 72 del Golf Santo da Serra.
HABITUALES DEL EUROPEAN TOUR
En el tee de salida de Santo da Serra, par 72, estaban también algunos jugadores habituales del European Tour -Johan Edfors, Oliver Fisher, Mathias Gronberg, Phillip Price, Oliver Wilson…- y que acudieron a la isla portuguesa para disputar este torneo -aunque no para luchar contra los elementos- que estaba cosancionado por el Circuito Europeo y por el Challenge, y que tenía un montante de premios de 600.000 €.
Comparado con los 10.000.000 $ que se reparten en The Players, esa misma semana (ver más información en esta misma página web), los premios en Madeira parecen irrisorios, pero lo importante es saber que existen estos primeros pasos, para llegar a los intermedios del Circuito Europeo y, posteriormente, y si las fuerzas, el juego y la mente lo permiten, aspirar a lo más alto del golf profesional que está, como bien se sabe, en el Circuito de la PGA norteamericana. Lástima que la niebla haya acabado no solo con muchas ilusiones, sino con la vida de un trabajador del golf, un caddie cuyo corazón no aguantó más. ¡Descanse en paz!
Una pena, pero la vida y el Circuito Europeo deben continuar.