Emilio Botín: una vida entre el poder (dinero), el deporte (golf y Fórmula 1) y la música (Paloma O’Shea)

0

La muerte de Emilio Botín en Madrid, a los 79 años, ha conmocionado también al mundo del golf, conocida por su vinculación con el que fuera su yerno, el también fallecido Severiano Ballesteros, con el que aparece en la foto. Eran otros tiempos.

 

 

 

 

La muerte de Emilio Botín de un infarto de miocardio, a la edad de 79 años, ha sido, también para el mundo del golf una noticia triste. Bien conocida es la vinculación del banquero cántabro con Severiano Ballesteros, que fue su suegro, ya que el golfista estuvo casado con una de las hijas de Botín, Carmen, con la cual tuvo tres hijos: Javier Baldomero -al que ahora se conoce solo como Javier, ya que el nombre de Baldomero se le puso en recuerdo del padre de Seve-, su otro abuelo, Miguel y Carmen. En la actualidad tienen 24, 22 y 20 años, respectivamente.

 

Javier, Miguel y Carmen, son solo tres de los diecisiete nietos que le dieron al presidente del Banco de Santander sus seis hijos, una de las cuales, Ana Patricia, de 53 años, ha asumido de forma inmediata la presidencia del Banco que lleva el nombre de la ciudad que vio nacer al recientemente fallecido banquero, al que se despedirá, en la más absoluta intimidad, en el panteón familiar en la ermita del pueblo cántabro de Puente de San Miguel, donde la familia tiene una de las fincas que posee en Cantabria.

 

En torno al poder (dinero), al golf y a la música se fue forjando la vida de este banquero de toda la vida, que siguió la estela familiar creada por su bisabuelo, al que continuó el padre del fallecido, tambiénEmilio, que murió a los 90 años y fue presidente del Santander durante 36, entre 1959 y 1986.

 

Emilio Botín Sanz de Sautuola y García de los Ríos, nació en Santander el 1 de octubre de 1984 y murió en Madrid, de un infarto de miocardio, el 10 de septiembre de 1914, cuando le faltaban veinte días para cumplir los ochenta años.

 

Estaba casado con Paloma O’Shea, de 78 años, nombrada marquesa de O’Shea en 2008. Pianista y una de las grandes promotoras de la música clásica española, gracias a su trabajo como directora de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, fundado por ella misma en 1991. Preside también la Fundación Albéniz. Sus seis hijos aprendieron a tocar el piano, aunque ninguno continuó la carrera musical, aunque sí hay dos que se decidieron por el camino de las artes antes que por el más eficaz, económicamente hablando, que el de la banca.

 

BOTÍN Y SEVE

 

Emilio Botín, apasionado de la naturaleza, también lo era del gol. Su campo era Pedreña, con sus magníficas calles elevadas sobre la bahía de Santander, que pisó durante tanto tiempo. No era un gran jugador, pero sí un jugador rápido. Jugaba a la carrera, igual que hacía en la vida: si en los negocios, y en la banca concretamente, no andas rápido, siempre hay alguien que se anticipa. Y en eso, todos los analistas están de acuerdo, Botín era el más rápido. De ahí su actuación en el Santander, que, de un banco de provincias, ha pasado a ser el emblema de toda una región/autonomía española y uno de los mayores bancos del mundo.

 

El Real Golf de Pedreña, llegó a ser su campo «familiar». No solo lo jugó cientos de veces, sino que fue su presifente desde 1980 a 1984, y allí su hija Carmen se enamoró del malogrado Severiano Ballesteros, con el que se casó en 1988. La boda se realizó casi en secreto: fue como un enlace los del Sur, donde son habituales los matrimonios de toreros y marquesas: en este caso, el golfista, que venía desde abajo, desde el oficio de caddie y las dificultades para jugar en el campo de los “socios”, y la hija del banquero y de una dinastía que “mandaba” mucho en Cantabria.

 

Durante 16 años todo fue muy bien. La pareja tuvo tres hijos y Seve era uno de los grandes del golf en el mundo. El suegro viajaba con su hija para seguir a Severiano en los torneos más importantes en los que participaba y hubo un momento, en el que todos eran felices y comían perdices, o lo que fuera.

 

Pero las cosas entre Carmen y Seve se torcieron y el suegro dejó de reconocer a su yerno como un hijo y las relaciones se enfriaron totalmente cuando la pareja se separó en 2004.

 

Ya antes la separación era una noticia anunciada, a nivel familiar, claro. Cuando Emilio Botín ideó la Ciudad del Santander, en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, no pensó en Severiano para diseñar el campo de golf que debía ser el pulmón de esa macro ciudad financiera, donde trabajan más de 7.000 personas. El campo se inauguró en 2004, precisamente, el mismo año de la separación de Seve y Carmen.

 

Aunque el campo de golf es de acceso público, Botín no lo utilizó nunca como un servicio a los golfistas madrileños. El banquero, además, ya no jugaba prácticamente, aunque sí recorría el campo a paso ligero, algunas mañanas, casi de madrugada.

 

BOTÍN Y ALONSO

 

En todo caso, el Golf Santander, que es un gran campo, magníficamente cuidado y preparado para acoger grandes torneos profesionales, nunca ha sido sede de ninguno. El golf, después de la separación de Seve de la hija de Botín, quedó en un segundo plano. Y entonces, surgió la Fórmula 1que, entre otras, arrastra un fervor popular que no lleva el golf consigo.

 

Y Botín empezó a ser un asiduo en las carreras de la Fórmula 1, no solo como aficionado, sino como patrocinador de un deporte tan millonario como el de los coches. Emilio Botín había comprado un “nuevo juguete” y encontrado un nuevo deportista que sustituyera a Severiano en su corazón, al que no fue ni a despedir en su entierro, en 2011, acto al que sí acudió la mujer del banquero, Paloma O’Shea, que acompañó a su hija Carmen y a sus nietos. Y nació la amistad entre Fernando Alonso y el banquero recién fallecido.

 

La de Ferrari, el año 2010, supuso la mayor operación de patrocinio del Banco Santander en toda su historia: 40 millones de euros al año. En 2012 Botín amplió ese acuerdo hasta el final de la temporada 2017. El presidente del Santander estaba especialmente orgulloso de esta alianza con la que consideraba una de las marcas de mayor prestigio a nivel mundial.

 

Poco después de conocerse la noticia de la muerte de Botín, tanto la escudería como Alonso se despedían de él a través de su cuenta oficial de Twitter.

 

Y en la propia cuenta en twitter del piloto asturiano, Fernando escribió: “el miércoles cené con Don Emilio, planeábamos otra vuelta en bici en Singapur… Nos deja un amigo, un gran amigo”.

 

 

ANA PATRICIA, CINCO HIJOS MÁS… Y UN NIETO

 

Ana Patricia, de 53 años, ha sido nombrada, de inmediato, por el Consejo de Administración, como presidenta del Santander. Hasta ahora, y después de presidir Banesto hasta la integración del banco en el Santander, va a ser la continuadora de la dinastía de banqueros cántabros. Hasta ahora su función la tenía al frente del Santander en Reino Unido. Casada con el ingeniero agrónomo Guillermo Morenés Mariátegui, con quien tiene tres hijos.

 

Emilio, de 49 años, ocupó la vicepresidencia del Santander entre los años 1999 y 2004, y la presidencia de Bankinter entre los años 1986 y 2002. Hasta el año 2005 ocupó diferentes puestos en el banco. Está casado con Elizabeth D’Ornaneu, una francesa emparentada con la familia Poniatowsky, con quien tiene cuatro hijos.

 

Carolina, de 52 años, se dedica a las artes y está especializada en manuscritos medievales. Creó el premio internacional de piano que lleva su nombre. Se casó en la finca familiar de Puente San Miguel (Cantabria), donde será enterrado su padre, con el médico alemán Christian Shin, y son padres de dos hijas.

 

Paloma, de 51 años, licenciada en Historia del Arte y Estudios Rusos en el Wellesley College de Massachusetts, EEUU, es la encargada de la Fundación Botín. Está casada con Ricardo Gómez Acebo, marqués de Deleitosa, y tienen cuatro hijos.

 

Carmen, de 50 años, se casó con el golfista Severiano Ballesteros en 1988 y tuvieron tres hijos, Javier, Miguel y Carmen. La pareja se separó en 2004 tras 16 años de matrimonio, antes del fallecimiento del golfista en mayo de 2011 tras sufrir un tumor cerebral.

 

Francisco Javier, de 40 años, es el hijo menor y está casado con la abogada Marta Ríos. Preside el JB Capital Markets, entidad que fundó en 2008. Es el actual presidente del Real Club de Golf Pedreña.

 

JAVIER BALLESTEROS Y EL GOLF

 

Javier Ballesteros Botín, de 24 años, el hijo mayor de Severiano Ballesteros y Carmen Botín, es el único que ha demostrado interés por el golf, hasta el punto de ser un buen jugador amateur y de, incluso, pensar en la posibilidad de hacerse profesional, al término de sus estudios de Derecho, lo cual no parece que vaya a suceder. Es el presidente de la Fundación Seve Ballesteros, en la que sustituyó a Ivan Ballesteros, sobrino de Severiano, y el único nexo de unión que quedaba entre la familia Ballesteros y la familia Botín, con la que no parece quedar ningún lazo afectivo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *