Hideki Matsuyama ganó, en play off a Russell Henley, el Sony Open en Hawaii
Hideki Matsuyama ganó, en play off, a Russell Henley el Sony Open in Hawai. Cameron Smith, vencedor la pasada semana en Kapalua, no pasó el corte.
Ver leaderboard del Sony Open in Hawaii
En la imagen, las famosas palmeras en forma de W que forman parte del espectacular recorrido del Waialae G.C. (par 70), en la isla hawaiana de Honolulu).
Hideki Matsuyama ganó, en play off, a Russell Henley el Sony Open in Hawaii. En la cuarta jornada, el japonés (-23) empató (66, 65, 63 y 64) con el norteamericano, que partía de líder ((62, 63, 67 y 65) y le ganó en el primer hoyo del play off, el 18, par 5, donde Matsuyama firmó un eagle para llevarse el torneo.
En la tercera posición, a cuatro golpes del ganador, empataron (-19) el irlandés Seamus Power y el norteamericano Kevin Kisner.
CAMERON SMITH: «DESPUÉS DEL BIRDIE…»
Cameron Smith, el australiano, de 28 años, se empeñó, la semana pasada en Kapalua, en la isla hawaiana de Maui, la mayor de todas las que forman el estado número 50 de los Estados Unidos, en romper todos los récords, entre ellos el de mayor, o menor, según se mire, número de golpes con los que se consigue ganar un torneo en el PGA Tour, al ganar con 34 golpes bajo el par del campo y batir la marca de 32 en poder de Ernie Els.
Por cierto, a pesar de quedar en la segunda posición, Jon Rahm (-33) también batió ese record del Big Easy sudafricano, aunque no sirva para los libros de historia del golf.
El caso es que Smith, que logró su séptimo título en el Sentry Tournement of Champions en The Plantation Course, sigue en Hawai, donde en Honolulu se está jugando (13-16 enero) este segundo torneo del año, que no de la temporada, del PGA Tour. Convencido de sus posibilidades, aunque el campo, el Waialae C.C. (par 70) donde se disputa la prueba que patrocina Sony, es totalmente diferente al de Kapalua, el australiano quería repetir triunfo… y seguir batiendo records.
Sin embargo, el comienzo de Smith, no solo no ha sido tan bueno como él esperaba, sino que ha ido de mal en peor hasta terminar la segunda jornada fuera del corte. Ya se sabe aquello de que «después del birdie, mierdi» y yo le añado de mi cosecha, sobre todo para aficionados que huelen un birdie cada dos o tres años, que «después del par, cagar», dicho sea en lenguaje inclusivo, porque lo de defecar, que suena más fino, es cosa de todos.
Con dos vueltas de 67 y 72 golpes, dos bajo el par 70 del campo, el australiano terminó fuera de un corte que se estableció el viernes 14 en -5 y que superaron 65 jugadores, casi una veintena de ellos empatados en el grupo que cierra la clasificación.
En cuanto al norteamericano Kevin Na, que intentaba repetir el triunfo que consiguió el pasado año en esta misma prueba, con un montante en dólares de 1.118.000, y que tras firmar 61 golpes el jueves era (-9), líder, el viernes firmó una tarjeta de 71 golpes y aunque el sábado volvió a terminar bajo par (-3), es decimoprimero con un acumulado de -11, pero muy lejos de su objetivo.
Tampoco el veterano Kim Furyk, que empezó la prueba en tercera posición (-8) con sus 72 golpes del viernes y el sábado descendió (-4) hasta el puesto 59.
Lo que demuestra todo esto es que en el golf, la flauta suena un día, pero normalmente el soplido del instrumento no es el mismo cada jornada. De ahí la importancia de la regularidad en el golf, claro que una regularidad que te deje en el top ten en muchas ocasiones. Jon Rahm, por ejemplo, fue segundo la pasada semana en Kapalua, a un solo golpe de Cameron Smith, y esta semana no juega en Honolulu, pero lo importante del español es que se mantiene como número 1 del mundo, gracias a sus buenas posiciones, casi siempre en el top ten o el top cinco, en casi todas las pruebas en las que participa. Y eso es tan importante, o más que ganar un día porque, como a Bartolo le sonó la flauta un día. Claro que «la flauta de Bartolo tenía un agujero solo».
LA AUSENCIA DE JON RAHM
Jon Rahm, que este año tiene un calendario muy apretado y no quiere terminar exhausto como en el pasado 2021, decidió no continuar en Hawai y no participa está en el Sony Open. El español, que mantiene su liderazgo mundial, con más de mil puntos de diferencia sobre el segundo clasificado, Collin Morikawa, y más de cinco mil sobre Smith, tiene bien claro donde debe y no debe jugar este año, para que no le pase la factura física y mental que le costó la pasada temporada terminar tan cansado que tuvo que tomarse casi tres meses de «vacaciones».
Precisamente, el descanso de esta semana le servirá para encarar, si el tiempo u otras circunstancias no lo impiden, tres torneos casi seguidos, ya en suelo norteamericano -aunque Hawai también lo sea, fuera del continente-: Jon jugará el American Express, del 20 al 23 de enero en La Quinta (California), el Farmers Insurance Open, del 26 al 29 de enero, según el calenario del PGA Tour, en Torrey Pines y, tras descansar en el tercer torneo del Swing californiano, el AT&T Pebble Beach Pro Am,viajará a Arizona para disputar el Waste Management Phoenix Open, el torneo que juega «en casa», del 10 al 13 de febrero en el TPC Scottsdal, donde el público que llenará -este año a pesar del Ómicron- el famoso par tres del «hoyo stadium», vibrará con los golpes del número 1 del mundo.
En el Sony Open tampoco repiten el citado Morikawa, Brooks Koepka, Justin Thomas, Jordan Spieth, Bryson DeChambeau…. ni Dustin Johnson, que no jugó la pasada semana.