Justin Thomas (-8) ganó el PGA. Rahm (+7), hundido
Justin Thomas (-8) ganó su primer Major, y su cuarto título de la temporada, al vencer en el PGA Championship, en Carolina del Norte. Jon Rahm (+7) terminó hundido en el puesto 58.

(En la imagen ampliada, Álvaro Rogado «enviado especial benjamín» al PGA Championship, junto a la enorme réplica del Trofeo Wanamaker -llamado así por Rodman Wanamaker, un magnate norteamericano que fue uno de los impulsores de la PGA-, la copa que premia al ganador. Bajo estas líneas, la Casa Club del Quail Hollwow Club, en Charlotte, Carolina del Norte, donde se disputó (10 – 13 agosto) el cuarto y último Major del año).
Justin Thomas (73, 66, 69 y 68), con un acumulado de -8, ganó, el domingo 13 de agosto, su primer Major, y su cuarto título de la temporada, al vencer en el PGA Championship, en Carolina del Norte. Jon Rahm (70, 75, 71 y 75), terminó hundido en el puesto 58, con un acumulado de +7, sin poder recuperarse del varapalo de la tercera ronda, el sábado 12, cuando se atascó en la «Milla Verde» de Quail Hollow (par 71), en Charlotte, con dos dobles bogeys en los hoyos 16 y 18.
El vasco, único español que pasó el corte, establecido en +5 y que superaron 75 jugadores, entre los que no estaban Rafa Cabrera (+7); Sergio García (+8) y Pablo Larrazábal (+9), llevaba un magnífico recorrido en la jornada del Movimiento, con seis birdies por solo un bogey, hasta el hoyo 14 del campo.
Hasta ese momento era el jugador que mejor tarjeta presentaba, con un +5 que le aupó con un acumulado de -2 hasta el top ten. Sin embargo, un doble bogey en el hoyo 15, un par 5 relativamente fácil, antes de entrar en la «Milla Verde», donde esperan los «cocos» 16, 17 y 18, le dejaron tocado y le provocaron un doble bogey en el 16, par 4, mitigado con un par en el 17, par 3, pero con otro doble bogey en el 18, para bajar hasta el puesto 21.
En la cuarta y última ronda, Jon no volvió a ser el mismo jugador de los días anteriores, firmó cuatro bogeys y no pudo hacer ni un solo birdie.
Thomas, de 24 años, nacido en Kentucky, ya ganó en octubre, al comienzo de la temporada, en Malasia y luego, ya en enero de este mismo año, conquistó Hawai al ganar los dos torneos consecutivos que se disputan en las islas. Lo curioso es que con esas tres victorias sumaba ya cuatro en el Circuito Norteamericano, otra anterior, también en Malasia, pero ninguna de ellas había sido en suelo estadounidense. Ahora, con su triunfo en el cuarto Major del año, se consolida como uno de los mejores jugadores del momento.
Pero el final del torneo no fue un paseo entre rosas, ya que las espinas de la «Milla Verde», los difíciles hoyos 16, 17 y 18, pincharon a todos los perseguidores del norteamericano. La segunda posición fue para tres jugadores que empataron (-6) y que no pudieron aguantar el ritmo de Thomas: su compatriota Patrick Reed, el italiano Francesco Molinari y el sudafricano Louis Oosthuizen,
En la quinta plaza empataron (-5) Rickie Fowler e Hideki Matsuyama. El japonés, ganador la anterior semana en el WGC Bridgestone, se atragantó en el hoyo 16 cuando era el más claro oponente de Justin.
En la novena posición acabó Jordan… Pero no el Jordan Spieth norteamericano, sino el Jordan Smith europeo, que demostró, después de haber ganado el Challenge europeo del pasado año, que está ya en condiciones de dar el salto al PGA… Y lo dará, como todos los que pueden hacerlo.
Solo 12 jugadores terminaron bajo el par del campo, y los máximos favoritos tendrán que esperar una mejor ocasión: Dustin Johnson y Brooks Koepka, empataron, al par, en la decimotercera posición; McIlroy fue el 22 (+1) y Jordan Spieth, ganador del Open del mes pasado, que no terminó de pillar el tranquillo de los nuevos greenes de bermuda, totalmente diferentes de los que tenía el campo antes de cambiar el tipo de hierba, se quedó (+2) en el puesto 28. En la poca fortuna con los putts coincidió Spìeth con el español, al que la mala suerte en los greenes, sobre todo en la tercera jornada -tres putts se le marcharon a Jon Rahm después de tocar el hoyo, tanto en el 15, como en el 17 y el 18-, le impidió entregar una tarjeta de top ten.
SERGIO, RAFA Y PABLO, FUERA DEL CORTE
De los cuatro españoles participantes, solo Jon Rahm (70, 75, 71) permanece en el torneo. Los otros tres se quedaron fuera del fin de semana. Con el corte establecido en +5, Rafa Cabrera (+7), con dos vueltas de 74 y 75 golpes, perdió el paso; Sergio García (+8) que fue víctima de la Milla Verde, los complicados hoyos 16, 17 y 18 del Quail Hollow Club en la primera jornada, aunque la pasó al par en la segunda, tuvo dos jornadas muy regulares (75 y 75), pero esa regularidad, que es una gran virtud en el golf, no fue tan buena como para seguir en competición, ya que le supuso acabar con ocho golpes sobre el par del campo.
Pablo Larrazábal (77 y 74), que jugó las dos primeras rondas con Shane Lowry y Stuart Deane, perdió el tren ya en la primera jornada y aunque mejoró en la segunda, su +9 acumulado le dejó fuera de toda posibilidad de quedarse en Charlotte, el fin de semana.
CRÓNICA DE LA SEGUNDA JORNADA
Tras la segunda ronda, que tuvo que finalizarse el sábado 12 muy temprano, debido a la tormenta que impidió terminarla el viernes, lideraban Kevin Kisner e Hideki Matsuyama (-8). Tras el norteamericano y el japonés, que pudieron terminar su vuelta, aparece Jason Day (-6), en lla tercera posición, también con su segundo recorrido terminado. De los grandes favoritos a la victoria, solo dos están bajo par: Rickie Fowler (-3), séptimo, y Brooks Koepka, ganador del US Open, que es undécimo (-1).
La mayoría del resto de los más calificados para la victoria, aparecen empatados (+2) en el puesto 31, donde empatan Rory McIlroy, Dustin Johnson, Henrik Stenson… y Thorbjorn Olesen, líder tras la primera ronda.
CRÓNICA DE LA PRIMERA JORNADA
El vasco, que es el primero de los cuatro españoles participantes en el torneo, estaba -3, empatado en la segunda posición, al entrar en el fatídico triángulo del final de recorrido del campo de Carolina del Norte, pero dos bogeys seguidos, en los hoyos 16 (par 4) y 17 (par 3), le relegaron a la decimoquinta posición (-1), donde conviven diez juugadores, entre ellos Dustin Johnson, el número 1 del mundo.
Con todo, y a pesar de haber pateado bien, en unos greenes muy rápidos y duros, Jon ha empezado con mucha fuerza y tres golpes de diferencia con la cabeza, no son nada a falta de tres jornadas.
Peor lo tienen el resto de los españoles: Rafa Cabrera Bello (+3) es el segundo español, en el puesto 62, en ubn grupo de 18 jugadores que cierran la clasificación del previsible corte del viernes, aunque dependerá de los greenes -si llueve o si permanecen igual o más duros que en la primera ronda- que el corte se establezca en +3 o peor.
Sergio García, Brooks Koepka y Jordan Spieth, los ganadores de los tres Grandes disputados esta temporada, jugaron juntos la primera ronda de este PGA Championship: un partidazo para no perderse en el cuarto Major de la temporada, que se disputa en Carolina del Norte. Sin embargo, el español se desmarcó, negativamente, del trío para terminar con un +4, en el puesto 80, que podría haber sido aún peor.
Los tres salieron por el hoyo 10 y se encontraron enseguida con la terrible «Milla Verde». Y para el castellonense fue un martirio: 6, 4, y 6 fueron los números marcados en su tarjeta: doble bogey en el 16, bogey en el 17 y otro doble bogey en el 18. Con cinco golpes sobre el par del campo en solo tres hoyos, más otros dos bogeys, los tres birdies que firmó durante el recorrido no fueron suficientes ni para maquillar una vuelta de 75 golpes. Difícil lo tiene el español, pero no es la primera vez que supera un comienzo tan nefasto.
El tercero de los componentes de ese partido, Jordan Spieth, acabó +1, igual que Rory McIlroy, en el puesto 33.
Otro magnífico partido de la primera ronda fue el que unió a Jon Rahm, Rory McIlroy y Rickie Fowler. Con mucha charla y amiguismo compartido, sobre todo en los primeros hoyos -el final fue otra cosa, debido a la dureza del torneo y a las dificultades que se encontraron a su paso- los tres jugaron bien, aunque con muchos altibajos, y el mejor de los tres fue Rikie Fowler, que terminó octavo (-2). Empezó bien el norteamericano, con dos birdiies, pero un 7 (triple bogey) en el cinco, le complicó la vuelta. Sin embargo, Fowler supo recuperarse y está en el top ten. No le pasó lo mismo a McIlroy, que está jugando bien con el driver, pero en los alrededores del green no termina de encontrar su mejor juego.
Pablo Larrazábal, que jugó con Shane Lowry y Stuart Deane, fue el «ceniciento» de los españoles y con sus 77 golpes (+6), ocupa el puesto 108. Y eso que en la «Milla Verde» solo se le complicó el hoyo 18 en el que hizo bogey. Tendrá que luchar mucho para pasar el corte.
EL CAMPO DE LA «MILLA VERDE»
En la localidad de Charlotte, en Carolina del Norte, se encuentra el Quail Hollow Club, un par 71 de 6.949,4 metros, o lo que es igual, 7.600 yardas, diseñado por George Cobb e inaugurado hace 56 años. Desde entonces, su duro recorrido y sus greenes han visto batallas increíbles como la que, seguramente, se verá esta semana en el PGA Championship. Especialmente, el tramo final, conocido como «La Milla Verde» puede ser la tumba de las ilusiones de muchos de los 156 participantes en esta 99 edición del PGA Championship.
Aunque los tres últimos hoyos del campo son muy complicados, según Mickelson, «ni siquiera son los más difíciles; para mi, el peor de todos es el hoyo 12»
LOS HOYOS 16, 17 Y 18
El hoyo 16, par 4, tiene 450 metros y toda la parte de detrás del hoyo tiene problemas con el agua.
El hoyo 17 es un par tres de 200 metros, con un green en península, protegido por un lago por la izquierda y por el frente. No uno, ni dos, sino bastantes jugadores han firmado, y firmarán, un cuádruple bogey en este hoyo. David Duval y Matt Kuchar lo saben.
El hoyo 18 es un par 4 de 454 metros, donde el peligro acecha por todos lados, con un riachuelo que recorre toda la calle hasta el green.