Justin Rose (-18) repitió triunfo en Turquía. Pablo Larrazábal, segundo… en el fin de semana
Justin Rose (-18), en la foto, ganó en Turquía, una semana después de triunfar en China. Pablo Larrazábal terminó el fin de semana con -11,
un golpe menos que el ganador, aunque solo pudo terminar (-3), el 42.

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Justin Rose (-18) ganó el Turkish Airlines Open, una semana después de triunfar en el WGC de China. Pablo Larrazábal terminó el fin de semana con -11, un golpe menos que el ganador, aunque solo pudo acabar (-3), en el puesto 42.
Son dos situaciones excepcionales: la victoria del inglés (69, 68, 64 y 65), que le ha supuesto casi un millón de euros, de los 7.000.000 que se repartían en premios, y el -11 del español en las dos últimas rondas (81, 70, 64 y 66) dicen mucho de lo que supone la mente en un deporte como el golf.
Rose, que solo ha jugado once torneos valederos para el European Tour, es segundo en La Carrera hacia Dubai y solo está a 135.838 € de Tommy Fletwood que, hasta ahora, parecía claro ganador del ranking europeo. Sin embargo, las ultimas actuaciones de Fletwood, y en concreto su puesto 23 (-8) en Turquía, le ha dejado a tiro de piedra -es un decir- de su compatriota Rose, que se ha embolsado dos millones de euros en dos semanas consecutivas…
La ventaja par Fletwood es que Rose no irá a Sudáfrica, donde se disputa el próximo torneo (9-12 noviembre), el segundo -y penúltmo, de las Series Finales del European Tour, y una buena actuación de Tommy puede asegurarle llegar el primero a la meta de Dubai.
PABLO LARRAZÁBAL JUGÓ… CON LA CABEZA
La otra situación excepcional que se ha dado en el Turkish Airlines Open, ha sido la magnífica actuación de Pablo Larrazábal, a pesar de haber terminado el 42 (-3), a quince golpes del ganador. El español (81, 70, 64 y 66), terminó el fin de semana con dos tarjetas acumuladas de -11, empatado con el segundo clasificado, el sudafricano Dyllan Fritelli -que igualó (-17) con Nicolas Colsaerts-, y un golpe detrás de Rose. Si en el fútbol se marcan goles de cabeza, en el campo de golf también juega tanto la mente que es capaz de levantarse de una dura caída, como la que tuvo el jueves Pablo, con esa primera jornada de 81 golpes, diez sobre el par del campo, y luego, en un torneo sin corte, no venirse abajo y acabar con dos resultados que le hubieran colocado a la altura de los mejores si no hubiera sido por ese «accidente» de la primera jornada, que le llevó a portar el farolillo rojo al terminar el día.
Si el español hizo 64 golpes de la tercera ronda en el Regnum Carya Golf & Spa Resort (par 71) en Belek, Antalya, una zona turística del Mediterráneo en el Suroeste de Turquía, e igualó la mejor tarjeta del día con las que firmaron Justin Rose y Padraig Harrington; en la ronda final, sus 66 golpes le llevaron casi al centro de la clasificación de 78 jugadores que iniciaron el torneo.
EL FUMADOR BELGA
Nicolás Colsaerts (-17) que fumando, esperaba ganar el torneo, era líder destacado, después de dos rondas, en el Turkish Airlines Open. El belga, que fuma cigarrillos durante el recorrido, lo cual es un insulto para el deporte del golf y para los espectadores de una actividad que pretende continuar siendo olímpica, tenía cuatro golpes de ventaja sobre el inglés Eddie Pepperel. Con dos vueltas de 64 golpes cada una, y un acumulado de 14 golpes bajo el par 71 del campo, Colsaerts tenía muchas papeletas para vencer en la primera de las tres pruebas de las Series Finales del European Tour, que finalizó el domingo 5 de noviembre en el Regnum Carya Golf & Spa Resort (par 71) en Belek, Antalya, una zona turística del Mediterráneo en el Suroeste de Turquía. Sin embargo, a pesar de que en la última ronda mejoró su juego, solo pudo terminar en la segunda posición, empatado con Fritelli, como queda dicho.
Aunque no se considere dopaje, fumar durante un recorrido puede conllevar ciertas ventajas para el jugador que lo hace. El tabaco, según los defensores de su consumo, suele servir como relajante para situaciones en las que los nervios pueden jugar malas pasadas a algunas personas. Hay quien fuma antes de los exámenes, o cuando van a una entrevista de trabajo.., Y no lo hacen durante esos momentos porque está prohibido fumar bajo techo. Si esos beneficios son ciertos, los jugadores de golf que fuman durante el recorrido oficial están utilizando un truco para mejorar sus prestaciones que va en perjuicio de sus rivales.
Pero en el Royal & Ancient y en las altas esferas del PGA Tour norteamericano, los responsables aún no se han enterado de que «el tabaco mata», aunque lo pongan bien claro en las cajetillas de todas las marcas. Mientras se preocupan de penalizar a un jugador al que se le ha movido la bola en el green sin que haya tenido ninguna culpa, el tabaco sigue siendo bienvenido en los fairways y las colillas continúan ensuciando greenes y antegreenes.
LOS GRANDES AUSENTES
En este primer torneo de las Series Finales del European Tour y dotado con 7.000.000 €, solo participaron tres jugadores clasificados en el Top ten de la Carrera hacia Dubai: el ganador, Justin Rose, que era tercero y ahora es segundo en el ranking europeo, ya que ha soprepasado a Sergio García, Tommy Fletwood, número 1 de la Carrera hacia Dubai, y Tyrrell Hatton (5).
Es triste que una prueba, perteneciente a las Rolex Series, con un montante de premios parecido al de los torneos del PGA Tour norteamericano, tenga tan escasa respuesta por parte de los mejores clasificados en el ranking europeo: Solo tres jugadores, los tres ingleses, de los diez primeros, participan en esta prueba y son los ya citados Fletwood (1) Justin Rose (-3) y Hatton (5).
Los grandes ausentes de esta primera prueba, a la que seguirán el Nedbank Golf Challenge (9-12), en Sudáfrica, y la Gran Final de Dubai (16-19), son los tres españoles, Sergio García (2), Jon Rahm (4) y Rafa Cabrera (7), un inglés, Ross Fisher (6), el sueco Alex Noren (8), el italiano Francesco Molinari (9) y el que, otrora, hubiera sido gran favorito, Rory McIlroy (10), retirado “motu proprio” a ver si se le arreglan los problemas de swing para el próximo año, y al que el matrimonio no le ha sentado tan bien como a Sergio García.
LOS ESPAÑOLES, HACIA ATRÁS
De los cuatro españoles participantes entre los 78 que salieron al campo, solo uno acabó en el filo del top 30. Nacho Elvira (-5) compartió esa trigésima posición con otros cuatro jugadores, y con ese puesto no consiguió llegar al 60, que da acceso a la final de Dubai. Jorge Campillo, que necesitaba un buen resultado para meterse entre esos 60 mejores, acabó (-4) el 35 y aunque no está lejos del objetivo, no lo pudo lograr en Turquía y se ha quedado el 64.
Párrafo aparte merece Adián Otaequi que ha hecho lo contrario que Pablo Larrazábal. El vasco (69, 70, 76 y 76) que empezó muy bien, se hundió el fin de semana, hasta acabar el 73 (+7) hundido en la clasificación de los 78 jugadores que iniciaron el torneo. Lástima porque de tener casi asegurado un puesto en Dubai, ha caído hasta la posición 53 y no puede permitirse el lujo de perder la concentración en el próximo torneo de Sudáfrica.
UN MAL COMIENZO… INESPERADO
Larrazábal tuvo un mal día el jueves, con una vuelta de 81 golpes, que solo pudo mejorar en uno con sus 70 de la segunda jornada, pero que compensó con su -7 de la tercera, ya relatado. Pablo llegaba muy ilusionado a Turquía para jugar el primero de los tres torneos de las Series Finales del European Tour… Y las cosas no le han podido ir peor. Mala suerte la del jugador español que terminó la primera jornada con tres dobles bogeys, cuatro bogeys y ni un solo birdie. En total, 81 golpes, diez sobre el par 71 del campo turco que, por otra parte, se muestra muy receptivo y se deja hace muchos birdies, como lo demuestra el hecho de que más de la mitad de los participantes le ganan después de dos rondas. En la segunda jornada, como queda apuntado, Pablo firmó un -1 que no es suficiente para abandonar los puestos de cola. De la tercera y la cuarta, ya se sabe: el golf es golf y la madre que lo parió.
El propio Larrazábal comentaba al principio del torneo, que este año ha jugado mejor que nunca… de tee a green, pero le ha fallado el juego corto y, sobre todo, el putt. Teniendo en cuenta la fortaleza de Pablo, que no se rinde nunca, la jornadas que queda puede servirle para levantarse aún más, después de la dura caída del jueves