Rahmbo (-10) top 20, en Arizona
Jon Rahm (-10), en la foto, acabó decimosexto en el Waste Management Open, donde en la última jornada no pudo bajar de los 70 golpes y terminó a 7 del ganador, Matsuyama.
(En la imagen, bajo estas líneas, el hoyo 16, par 3, el «hoyo estadio» de del TPC Scottsdale, en Phoenix, Arizona, y más abajo, Jon Rahm en ese mismo hoyo, durante la segunda ronda, el viernes 3, con la camiseta del jugador de fútbol americano, muerto en Afganistán).
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Jon Rahm (-10), acabó decimosexto en el Waste Management Open, que finalizó en el TPC Scottsdale (par 71), en Phoenix, Arizona, el domingo 5 de febrero. El español, que tuvo su mejor día en la tercera ronda, donde firmó una tarjeta de 65 golpes, seis bajo el par del campo, terminó a 7 golpes del ganador, Hideki Matsuyama, que repitió el título conseguido el pasado año. El japonés necesitó cuatro hoyos de play off para derrotar al norteamericano Webb Simpson con el que empató (-17) al final de las cuatro rondas. Simpson tuvo el triunfo en su mano en los tres primeros hoyos del play off, donde perdió sus ocasiones de birdie, y en el cuarto, Matsuyama se impuso con un birdie en el hoyo 17, tras fallar el norteamericano un último putt, por un pelo.
Rahm (70, 69, 65 y 70) terminó empatado en esa decimosexta posición, con Phil Mickelson y otros seis jugadores, entre los que se encontraban Shane Lowry y Brendan Steele. Con esta posición, entre los veinte primeros, el vasco sube un puesto en la FedEx Cup y da un paso más en su carrera profesional.
Los compañeros de partido en las dos primeras jornadas, los norteamericanos Jordan Spieth y Rickie Fowler, acabaron, Jordan (-12), noveno, y Fowler (-13), que se destapó con un 65 en la cuarta jornada, cuarto.
RAHMBO AGUANTÓ EL TIPO
Jon Rahm (70, 69, 67 Y 70) aguantó el tipo en Arizona, en cuya universidad estudió, a pesar de que jugaba las dos primeras rondas con Jordan Spieth y Rickie Fowler, también ídolo en Scottsdale, como queda dicho. A la dificultad añadida de jugar la semana siguiente a una primera y extraordinaria victoria, con el desgaste mental que conlleva toda la parafernalia -mediática y social- que rodea a un ganador en esas circunstancias, se sumana su presencia en un partido estelar, con jugadores con los que normalmente no le ponían nunca en las dos primeras rondas, y con todo el aparato televisivo y de espectadores que les siguieron durante el jueves y el viernes.
Una vez superada esa circunstancia, y ya en una jornada, la tercera, en la que salió al campo por el hoyo 10, con dos jugadores desconocidos para el gran público, y sin la televisión detrás de cada movimiento, el joven vasco se desembarazó de sus cacaos mentales y firmó una vuelta de 65 golpes, seis menos del par 71 del Stadium Course del TPC Scottsdale, en la localidad de Phoenix, en el estado de Arizona.
Está claro que su hazaña no fue suficiente para la victoria, dada la diferencia con la cabeza, fomentada desde la primera ronda por sus adversarios, y menos con sus 70 golpes de la cuarta jornada, pero es que Jon no va a ganar siempre. Eso tampoco puede pedírsele. Ni siquiera los seguidores del Madrid y del Barcelona «que lo queremos ganar todo» pueden demandar algo asi, aunque son capaces.
Lo importante de Jon Rahm no está en los torneos que gane, y ojalá que sean muchos, sino en su actitud y en el efecto boomerang de su comportamiento y sus actuaciones. Ahí tenemos a Sergio, ganador en Dubai (ver más información en esta misma página web), y a Rafa Cabrera y Nacho Elvira, que se van a mirar en el espejo del joven de Barrika. Eso es lo verdaderamente importante para el golf español, que necesita jugadores como el vasco.
En la tercera jornada del sábado, Rahmbo contraatacó y en sus primeros nueve hoyos -del 10 al 18, firmó seis birdies. Lástima que en la segunda vuelta solo sumó un birdie en el hoyo 2, y un bogey en el 7. En cualquier caso, este es nuestro Jon y no nos lo han cambiado. Y deseamos que siga así.
RAHMBO LUCHA CON EL PUTT
En la segunda jornada, el viernes 3, Jon firmó cuatro, birdies, dos por los primeros nueve hoyos, y otros dos en los segundos, pero sufrió con dos bogeys en los hoyos 10 y 14. Además, en los greenes no estuvo acertado con el putt, aunque en más de una ocasión tuvo mala suerte porque la bola no quiso entrar en el hoyo.
En el hoyo 16 del TPC Scottsdale, el par tres convertido en un «hoyo estadio», de apenas 150 metros, donde esperan miles de aficionados para premiar los buenos golpes a green, y pitar y abuchear a los jugadores que no se acercan a la bandera, Jon firmó un par en la segunda vuelta. Se pasó de green y con el approach dejó la bola colgando del hoyo. Lástima. A pesar de no hacer birdie, el español se llevó la mayor ovación de la jornada del viernes, ya que se puso la camiseta con el número 42, la que llevaba Patt Tillman, un profesional del fútbol americano, que jugaba en Arizona y que renunció a una ficha de millones de dólares para alistarse en el Ejército Americano, después del 11-S. Desgraciadamente Tillman murió en Afganistán, con la mala suerte de que fuera fuego amigo el que acabara con su vida. El detalle, que siempre tiene Rahm cuando juega este torneo, es muy agradecido por los aficionados.
Por cierto, más de 160.000 personas acudieron el viernes al campo de Scottsdale, y el sábado se batió otro record de público. El año pasado hubo, durante toda la semana, vueltas de prácticas incluidas, más de 600.000 espectadores. Demasiado para el cuerpo, aunque sea body golf. Y eso que los domingos en este torneo coincien con la final de la Superbowl, y eso les resta espectadores. Sino, sería la leche, con perdón.
De la dureza del recorrido del TPC Scottsdale, da buena prueba la ausencia del fin de semana de jugadores como Justin Thomas, ganador de dos torneos seguidos en Hawai, hace solo tres semanas, y Bubba Watson, que no pudieron pasar el corte.
REGRESO AL «COLE»
Jon Rahm ha vuelto a Arizona, en cuya universidad estudió, a revalidar su título de la pasada semana en California. Tal y como ha comenzado lo tiene difícil, pero aún quedan 36 hoyos para que finalice el torneo, y esperamos que gane puestos, hasta llegar, al menos, al top ten. El japonés Hudeki Matsuyama, que es tercero, después de dos rondas, defiende título..
De la importancia que han dado, no solo los medios norteamericanos, sino el propio PGA Tour, a la victoria de Jon Rahm, en su web, hablan no solo los titulares de prensa, sino los propios responsables del PGA Tour que colocaron en el mismo partido, las dos primeras jornadas, al joven español, junto a Jordan Spieth y Rickie Fowler, otro de los ídolos del público de Phoenix, en el estado de Arizona, donde se disputa este torneo, dotado con 6.700.000 $.