Tiger (-8), lejos de Troy Merrit (-18), ganador del Quicken Loans National. Gonzalo (-3) no resistió

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Tiger Woods (-8) acabó decimoctavo en «su torneo» de Virginia, el Quicken Loans National, lejos del ganador Troy Merritt (-18), en la foto. Gonzalo Fernández Castaño (-3) bajó hasta el puesto 52.

 

 

 

 

 

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Tiger Woods (-8), acabó decimoctavo en «su torneo» de Virginia, el Quicken Loans National, lejos del ganador Troy Merritt (-18), que consiguió su primera victoria en el PGA Tour, después de casi cien torneos jugados. Merritt, nacido en Iowa, de 29 años, y pro desde 2008, tiene un aire a lo Pep Guardiola y su victoria ha dado un giro inesperado, a favor, claro, a su carrera.

Rickie Fowlere (-15) fue segundo, confirmando su buen momento de forma, y el sueco David Lingmerth, que se empeña en seguir estando por las alturas (-14), tercero.

Gonzalo Fernández Castaño (-3) bajó hasta el puesto 52. Después de firmar cuatro tarjetas de 66 71, 69 y 75 golpes, el madrileño ha ido claramente de más a menos, hasta terminar con una mala vuelta de cuatro golpes sobre el par 71 del campo y descender hasta una posición que no favorece en nada a sus intereses por mantener la Tarjeta del PGA Tour.

Tiger Woods, con cuatro vueltas de de 68, 66, 74 y 68 golpes (-8), perdió todas sus opciones en la tercera ronda, aunque se recuperó en la última jornada y terminó decimoctavo, aunque a diez golpes del ganador.

Esta competición, auspiciada por el número 1 del mundo, parte de cuyos beneficios son para la Fundación del jugador, y que finalizó el domingo 2 de agosto en el el Robert Trent Jones G.C. (par 71), en la localidad de Gainesville, en el estado norteamericano de Virginia, estaba viviendo, durante sus dos primeras jornadas, los dos últimos días de julio, el reverdecer de los viejos laureles de Tiger, hasta el punto de que, al comienzo de la tercera ronda, el jugador estaba en posición de disputar el título.

Sin embargo, sus 74 golpes del sábado 1 de agosto, tres sobre el par del campo,acabaron con las esperanzas de los muchos aficionados que siguen esperando, cada día, el «milagro golfístico» que les devuelva al Tiger de antes de 2009. Tendrá que ser en otra ocasión.

Muchos hay que ya le dan por enterrado, pero el golf es «el golf y la madre que lo parió» y en este deporte nunca se puede decir nada de forma definitiva. Y menos cuando se trata de un jugador con 14 Grandes y que está en la frontera de los 40 años, que no es una edad como para mandar a un golfista a la jubilación. Todo dependerá de él mismo. Y ya ha demostrado tener las suficientes agallas para enfrentarse al mundo -cosas peores le han pasado que este bajón de juego- y superar todos sus problemas.

 

Sin Jordan Spieth, los Johnson, Zach y Dustin y Bubba Watson, entre otros ausentes, aunque con Rickie Fowler y Justin Rose, este Quicken Loans National repartía en premios 6.700.000 $, de los que el ganador se llevó 1.206.000 $.

La pregunta que estaba en el aire: ¿Qué Tiger veremos en Virginia? ¿Habrá recuperado algo del jugador de antes de 2009? Después de dos jornadas en «su torneo», donde parte de los beneficios son para su Fundación y para organizaciones que atienden a mutilados de guerra, la respuesta era positiva, aunque en la tercera jornada volvieron las dudas y en la cuarta, de nuevo regresó la esperanza… ¿Hasta cuando?

 

 

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