Rory McIlroy (-22) reafirma su liderazgo mundial en Dubai

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Rory McIlroy (-22) ganó con autoridad el Omega Dubai Desert Classic. Pablo Larrazábal y Álvaro Quirós (-12), vigésimos.

 

 

 

 

 

 

Ver leaderboard del Dubai Desert Classic

 

Con cuatro  vueltas de 66, 64, 66 y 70 golpes, para un acumulado de -22 bajo el par 72 del Emirates G. C., Rory McIlroy, favorito a priori para ganar el torneo, dio un paso más, un paso de gigante, en forma de 378.779 €, de los más de 2.000.000 € que se repartieron en premios, para mantenerse en el número 1 del ranking mundial donde cada vez tiene más ventaja sobre sus seguidores.

 

Sin esfuerzos aparentes y con solo mantener su tarjeta con dos golpes menos del par del campo, el norirlandés se las arregló para ganar con tranquilidad este tercer y último torneo del Swing del Desierto, el Omega Dubai Desert Classic. Tras él, a tres golpes, acabó el sueco Alexander Noren (-19) que vuelve a los primeros puestos del European Tour después de una serie de meses con problemas de lesiones. Tercero fue Stephen Gallacher (-16), defensor del título.

 

No fue bueno el comienzo de los nueve españoles que participan en el Dubai Desert Classic. Cinco de ellos pasaron el corte y los mejores al final fueron Pablo Larrazábal y Álvaro Quirós, empatados (-12) en la vigésima posición. El catalán, al que ahora ayuda como coach su hermano Alejandro, que estuvo de caddie cierto tiempo con Chema Olazábal. firmó cuatro tarjetas de 69, 66, 69 y 72 golpes y solo la última ronda al par le impidió acabar en el top ten, lugar en el que había aparecido en las primeras vueltas. En el puesto 35 acabó el rookie Jordi García Pinto (-7), con tres vueltas de 70, 66, 72 y 73. Alejandro Cañizares y Jorge Campillo (-5) terminaron empatados en el puesto 47. Fueron 75 los jugadores que superaron el corte del viernes 30, establecido precisamente en -2.

 

LA «ODISEA» (CON FINAL FELIZ) DE ÁLVARO QUIRÓS

 

Lo de Álvaro Quirós es para contarlo: protagonista de una particular odisea; con un problema nasal, al gaditano no se le ocurrió otra cosa, al terminar su participación en Qatar, el sábado 24 -en el puesto 23-, que viajar a Madrid, tomar un AVE a Sevilla, operarse de la nariz y volverse a los Emiratos, donde aterrizó el martes pasado. Sin siquiera entrenar el miércoles, el gaditano salió en el primer partido del jueves 29, a las 07.30 de la mañana… y pasó lo que pasó. Con tanto trajín -¿era necesario a principios de temporada? ¿si era tan grave que no admitía espera, por qué volvió a tomar un avión inmediatamente después de operarse?- y tanta ida y venida que se antoja absurda sin mejores explicaciones, bastante bien lo hizo Álvaro, que firmó un 73 (+1). Mejor fue el viernes ya que con 69 golpes pudo mantenerse vivo para el fin de semana. ¡Hay que tener narices!

 

Pues bien, como todo lo que bien acaba, bien hecho está, lo de Quirós sí fue necesario, teniendo en cuenta el resultado final. El gaditano, que ganó este torneo en 2011, firmó dos tarjetas de 70 y 64 golpes, tras haber empezado con dos vueltas de 73 y 69 golpes, para pasar el corte (-2) por los pelos, lo que le hizo ascender hasta la vigésima posición con lo que se trajo para casa 25.727 €, lo que vale con creces, aunque visto a posteriori, el esfuerzo realizado. La última ronda, sobre todo, nos devolvió al Quirós de los buenos tiempos, con 64 golpes, 8 bajo el par del campo, iniciados con un eagle en el hoyo 4, par tres, y seguido por seis birdies, sin un solo error. Estamos esperando como agua de mayo -o de febrero, marzo y abril, si es posible-, el regreso del mejor Quirós porque el golf español le echa de menos.

 

Cuatro de los españoles no pasaron el corte: Rafa Cabrera, Sergio García, Chema Olazábal y Javier Ballesteros.

 

LA DECEPCIÓN DE SERGIO GARCÍA

 

La de Sergio García en la primera ronda de Dubai, igual que la tercera de 77 golpes en Qatar, que le dejaron finalmente en el puesto 48, fue la tarjeta de una decepción. Con 75 golpes (+3), cinco bogeys y un doble bogey, por solo 4 birdies, el castellonense es el 132 (+3) se despedía teóricamente de Dubai antes de iniciar la segunda ronda, salvo milagro -esto es golf- y un vueltón el viernes. Pues bien, el del viernes no fue un  vueltón (71) y Sergio (+2) se quedó fuera del fin de semana y con el mal sabor de boca de haber empezado muy mal y de haber terminado… sin que le sirviera para nada, con un eagle en el hoyo 13 y dos birdies más al final de la vuelta. Menos da una piedra.

 

Por último, no ya una decepción, sino la noticia de un fracaso esperado. El de Javier Ballesteros, invitado por ser hijo de Seve y no por sus cualidades golfísticas, firmó una tarjeta de debutante profesional en el European Tour de 83 golpes (+11), para figurar en la poco digna última posición. El segundo día, +9, para un total de + 20 y terminar el 131 y último, porque el 132, Julien Quesne, fue descalificado. La culpa, además de suya, es de quienes guían su carrera, que no deben dejarle ir por el mundo manchando el nombre de su padre. (Ver más información en esta misma página web).

 

 

 

 

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